En busca de la sociedad Ansu-Memphis

17 de octubre. Barça-Valencia. Primera titularidad de Ansu Fati tras su esperado regreso. Minuto 13. El delantero recoge el balón como extremo izquierdo y cambia de ritmo trazando una carrera en diagonal hacia la frontal del área, se apoya en Memphis antes de lanzar un trallazo al palo largo que sorprende al portero Cillessen. 1 a 0. Golazo. La afición sueña: "¡Con esta dupla hay futuro!".

Sin embargo, aquella maravillosa acción no ha tenido continuidad. ¿Por qué? ¿Que sucede en el terreno de juego para que Ansu y Memphis no se encuentren?

TAMPOCO ANTE EL DYNAMO

Los números de su relación en el último partido jugado, asustan. En Kiev, Memphis jugó de delantero centro y Fati, de extremo izquierdo aunque su perfil diestro le lleva a jugar permanentemente por dentro. Por eso, y para favorecer la aparición por el carril zurdo de Jordi Alba, una de las principales armas de ataque del equipo. Esta circunstancia acerca Ansu y Memphis pero, curiosamente, su proximidad no se traduce en combinaciones entre ellos.

En los 87 minutos que ambos coincidieron en el campo –Ansu fue sustituido por Balde-, Fati encontró solo cuatro veces a Memphis mientras que en la dirección contraria, el holandés le dio nueve balones a su compañero. Por tanto, apenas 13 pases entre dos de los jugadores más importantes del equipo y ninguno de ellos provocó una acción de peligro ante la portería de Bushchan.

SOLO 309 MINUTOS JUNTOS

Memphis (27 años) y Fati (19) apenas han coincidido 309 minutos sobre el césped. La lesión del segundo y su progresiva entrada en el equipo han provocado que ambos hayan coincidido solamente durante el 22’8% de los minutos de la temporada. En total, ratos de siete partidos con una única acción decisiva, el citado gol de Ansu ante el Valencia con asistencia de Memphis.

Ansu Fati, el símbolo de la nueva Masia

En el resto de los partidos, Memphis marcó de penalti ante el Levante y el Valencia –obsérvese, ningún gol de jugada- y Ansu, también ante el Levante y el martes, ante el Dynamo aunque, repetimos, sin asistencias entre ellos.

¿POR QUÉ?

En esencia, porque individualmente se conocen poco. Y porque, además, el equipo no ha tenido una misma mirada que acerque a los jugadores a lograr los objetivos bajo una única idea futbolística. En este sentido, Ansu y Memphis viven en realidades diferentes.

A Xavi le tocará trabajar con ellos y mejorar su rendimiento colectivo. Con Memphis, un jugador capaz de irse en el uno contra uno -¡gran valor el suyo!- deberá trabajar en la lectura del juego, en los movimientos como falso 9 y, también, en sus responsabilidades para no perder tantos balones como ahora, hecho que provoca las transiciones del rival y penaliza mucho el sistema defensivo azulgrana.

Dinamo Kiev - FC Barcelona | Ansu salvó al Barça para soñar con los octavos de Champions League

En cuanto a Ansu, jugador ilusionante por su ambición para atacar los espacios y por su facilidad goleadora, necesita que alguien con un gran sentido táctico le ayude a crecer en esta todavía etapa de formación. Generar buenos hábitats para él –no es bueno para el Barça que solo intervenga en 32 ocasiones. Ilustrativa es la imagen de Ansu en Kiev, a los 35 minutos del partido, levantando las manos y cabreándose porque apenas entraba en juego- y mejorar la toma de decisiones son asignaturas pendientes para el heredero del 10. ¿Se imaginan una buena coordinación entre ambos para aprovechar el juego de Memphis al pie y la velocidad de Ansu, al hueco? ¿O provocando espacios para el excelente chut de ambos? ¿O una buena lectura para que sus desmarques –acercándose al balón o saliendo en ruptura-permitan la entrada de los futbolistas de segunda linea?

Que dos de los mejores jugadores del equipo no se encuentren es grave y nos lleva a recordar los tiempos del Tata Martino (2013-14) en que Messi y Neymar apenas combinaban. Ambos jugadores son presente y futuro del Barcelona pero no hay duda de que hace falta una revisión exhaustiva de sus comportamientos para garantizar el éxito del club.