Mascherano, sabor a despedida

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Javier Mascherano salió en el equipo titular en lugar de Vermaelen, que ha sido su sustituto en el once mientras Valverde ha considerado que el central argentino necesitaba descanso.

La inminente salida de 'Masche' del Camp Nou con destino a China provocó que parte de la grada, en los primeros toques del jugador, coreara tímidamente su nombre a modo de homenaje tras siete años defendiendo la camiseta azulgrana.

Ante el Celta, el 'Jefecito' compartió el eje de la defensa con Gerard Piqué y se le vio siempre bien posicionado sin pasar por ningún apuro, aunque es de justicia reconocer que el Celta llegó pocas veces con peligro al área rival.

La defensa blaugrana sigue siendo muy sólida y con el regreso de Mascherano de central izquierdo nada cambió en este sentido. Con su habitual contundencia desbarató una ocasión del conjunto celtiña en el minuto 23 de la primera mitad y cubrió bien las subidas de Jordi Alba, muy numerosas en la primera mitad.

pareja con vermaelen

En la segunda mitad, Mascherano cambió de pareja de baile en el eje de la defensa puesto que Vermaelen salió en sustitución de Gerard Piqué.

El argentino se mostró muy implicado combinando bien con Busquets y Semedo en el inicio de las jugadas con una buena visión para romper la primera línea de presión del Celta.

Ausente Piqué en el campo, Mascherano no dudó en subir a rematar los córners, aunque sin incidencia.

En la única ocasión con un poco de peligro del Celta, Javier rompía el fuera de juego que permitió llegar hasta la portería a Maxi Gómez, oportunidad que finalmente quedó en nada. 

En líneas generales, Mascherano podría haber disputado su último partido en el Camp Nou con un buen rendimiento, demostrando la profesionalidad que ha ofrecido desde su llegada al club pero se marchará sin poder cumplir su objetivo que no era otro que jugar de centrocampista en el Barça.

Tras el pitido final Carlos Naval, delegado del equipo, fue a buscarle para acompañarle hasta el tunel de vestuarios y el jugador se vio visiblemente emocionado abandonar el césped. El argentino sabía que se acababan de consumir sus últimos segundo en el Estadi a no ser que haya un cambio de última hora que nada hace prever.