El brutal dilema con Ivan Rakitic

Rakitic dio la puntilla a la liga con una picada sobre Courtois y otra victoria en el Bernabéu

Rakitic dio la puntilla a la liga con una picada sobre Courtois y otra victoria en el Bernabéu / LALIGA

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Unos dirán que es un bendito problema. Otros que algo cantado se ha convertido en un marrón. Lo que sí está claro y es impepinable es que la temporada de Ivan Rakitic es para plastificar, llevar a una tienda de fotografía y poner en el marco más caro y pintón de todo el establecimiento. El partido del croata en el clásico fue un escándalo, pero se trató tan solo de la última erupción de un volcán que no ha dejado de eclosionar desde que aterrizó en el Barça. A pesar de que hace meses que se ve su posible venta como una opción perfecta para hacer caja y sitio ante la llegada en verano de De Jong, la verdad es que su concurso ahora mismo parece poco más que imprescindible.

CAUDAL PARA VALVERDE

 De esta forma, se abre un dilema en el seno del club que en realidad nunca se ha ido, pero que evidentemente después de su actuación del sábado en el Santiago Bernabéu se acentúa. Las arcas del club necesitan una inyección económica en forma de venta para ‘sanear’ los casi 80 millones de euros que ha costado De Jong. Una de las formas que se veían quizás más ‘claras’ para alcanzar ese ingreso era la venta de Rakitic. Con buen cartel en Europa y en la edad perfecta (cumplirá 31 años) de maduración, el futbolista croata no debería salir por menos de 60-70 ‘kilos’. El PSG, de hecho, lo intentó hasta la saciedad el verano pasado y llegó incluso a ofrecer 90 millones por hacerse con sus servicios. Con Rabiot ya medio apartado y Verratti en la picota, era una opción perfecta para llenar el vacío en la medular. Pero la cosa se desvaneció. En buena parte por la presión de Ernesto Valverde por mantener a un futbolista vital en su esquema.

UN HÉROE SIN CAPA

Porque Rakitic es el típico nombre que suele permanecer en la sombra, lejos de los titulares y de los MVP’s, pero cuya aportación es esencial para sostenerlo todo. Si el otro día comentábamos que Arthur era determinante para preservar el estilo y tener el control de juego, Ivan lo es para eso y para mucho más. En el clásico liguero fue clave en las ayudas a Sergi Roberto para anular a un Vinicius que estuvo más desdibujado que nunca. Entre los dos y un Gerard Piqué imperial dejaron sin argumentos al joven y descarado futbolista brasileño.

Pero no se quedó solo en el disfraz de interior trabajador efectivo de contención, sino que además no dejó de llegar en segunda línea y de pisar el área rival. Prácticamente en cada acción que el equipo de Valverde pisaba el área madridista se asomaba por la frontal una melena rubia que es una amenaza también (como ha demostrado en numerosas ocasiones) con su disparo de media distancia. Fruto de esas llegadas incesantes llegó el único tanto del partido, una deliciosa pared con Sergi Roberto que definió con una sutil picadita al más puro estilo Messi.

Con contrato hasta 2021, se abre un dilema importante. En caso de seguir, que es lo que quiere a toda costa Valverde, él y la gran mayoría del entorno azulgrana, exige una mejora de sus emolumentos. Algo que tras el gran esfuerzo que acaba de realizar el club por Jordi Alba no se antoja nada fácil. El Inter y el propio PSG revolotean y sí podrían ofrecerle todo lo que pide. El gran elogio que le dedicó Mourinho (con el que, por cierto, este redactor está totalmente de acuerdo) ha sido solo otro asta de un iceberg que no deja de crecer.  Si el Barça no satisficiera esa demanda en cuanto a su sueldo, la opción de la venta obviamente ganaría enteros porque su valor de mercado ahora mismo es muy alto con aún dos años de contrato.

Por último, hay otro aspecto a tener en cuenta. De Jong llegará el próximo mes de julio y ocupa el mismo rol que el de Rakitic. Interior derecho con opciones de sustituir a Busquets en el pivote también. Eso, junto con los golpes en la puerta de Carles Aleñá y el posible ascenso de Riqui Puig a la plantilla del primer equipo hacen que de alguna forma el croata ‘bloquee’ esa progresión. Veremos…