Brutal diferencia entre las primeras y las segundas partes del Barça

German Bona

German Bona

El Barça de esta temporada arrolla con el paso de los minutos. Es una tendencia habitual desde que Ernesto Valverde está en el banquillo azulgrana, pero en este arranque de campaña se ha acentuado hasta el punto de que se han marcado el triple de goles en las segundas partes de los partidos con respecto a las primeras. Y no solo eso, excepto en las goleadas a Huesca (8-2) y PSV Eindhoven (4-0), los goles de los segundos tiempos han servido para decantar marcadores desfavorables o empatados hacia la victoria final. 

En seis partidos disputados oficiales, el Barça ya ha marcado 20 goles, una cifra arrolladora que denota el poder ofensivo de los azulgranas. De ellos, solo 5 han llegado en las primeras partes. 15 se han marcado tras los descansos, siendo la franja del cuarto de hora final, del minuto 75 al final del partido, la más provechosa. Se han celebrado 7 goles, por cuatro del tramo entre el inicio de la segunda parte al 60' y otros 4 entre la hora de partido y el 75'.

Lo más importante es que el Barça ha sabido ir de menos a más en los partidos y reconducir situaciones complicadas. La primera que se encontró fue en la Supercopa de España, cuando Sarabia adelantó al Sevilla a los 9 minutos. Piqué empató antes del descanso, pero fue en la segunda mitad cuando Dembélé, en el 79', llevó con un poderoso derechazo el título a las vitrinas del Museu.

Empezó la Liga y el Alavés atascó al Barça en la primera parte. Hasta que apareció Messi con un excepcional lanzamiento de falta. Coutinho y de nuevo el argentino sentenciaron en los últimos minutos.

Parecido panorama se encontró el equipo en Valladolid, donde las dificultades se acumularon por el lamentable estado del césped. Tuvo que salir Dembélé al rescate, como ya había hecho en Tánger. Su gol, en el minuto 57, dio tres puntos de oro.

Ni la visita del recién ascendido Huesca pudo ser tranquila en la primera parte. Los oscenses se adelantaron en el marcador, si bien es el único partido de todos los jugados por el Barça que se resolvió en los primeros 45 minutos. Los azulgranas se fueron al descanso con 3-1, pero fue en la reanudación cuando pasaron por encima de su modesto rival y cayeron cinco goles más.

En la cuarta jornada, el Barça volvió a las andadas en Anoeta. Encajó un gol en la primera mitad, de Elustondo, y tuvo que emplearse a fondo en la segunda para remontar gracias a los goles de Suárez (62') y Dembélé tres minutos después.

La Champions League tampoco escapa a esta tendencia. Juego más insulso ante el PSV Eindhoven en la primera mitad, con un solo gol, de Messi pasada la media hora, y exhibición tras el descanso, con 'doblete' de Leo y el 'golito', en este caso golazo, de Dembélé. 

DEMBÉLÉ, REY DE LAS SEGUNDAS PARTES

Precisamente, se da la circuanstancia de que el francés ha marcado todos su goles en las segundas mitades. El 'mosquito' pica cuando los rivales están más desgastados y es letal. El máximo goleador de la temporada, Leo Messi, también está siendo más efectivo en las segundas partes, donde ha marcado 5 de los 7 goles que ya suma.

La diferencia entre una parte y otra también se ve reflejada en los goles encajados.El Barça, muy consistente en defensa, solo ha recibido 4 en este arranque, pero 3 han sido en las primeras partes y concretamente en el tramo inicial, cuando anda algo más despistado. Sarabia marcó en la Supercopa en el minuto 9', 'Cucho' Hernández lo hizo en el 2' y Elustondo en el 13'.

Si nos centramos en la Liga, en las segundas partes el Barça ha logrado siete puntos de más con respecto a las primeras. Ante Alavés y Valladolid pasó del empate al triunfo, lo que suponen 4 puntos más, y en Anoeta le dio completamente la vuelta al partido.  

precedente en la pasada temporada

Ya la anterior campaña, la primera de Ernesto Valverde, se dieron claros síntomas de ser más efectivos tras los descansos. En cuanto a datos globales, el Barça marcó 141 goles en partidos oficiales, de los que 60 fueron en las primeras partes y 81, en las segundas. Una diferencia de 21 goles, que en la presente temporada ya es de 10 cuando solo se han jugado seis partidos. 

A la hora de buscar los motivos, hay que pensar que los rivales plantean muy bien los partidos en la pizarra, pero después llega el cansancio, aflora más la calidad individual de los azulgranas y el poderío goleador es enorme. El Barça debe tratar de mejorar en las primeras partes, sobre todo no salir tan en frío, y mantener este altísimo ritmo de cara al gol en los segundos 45 minutos, que acostumbran a ser puro espectáculo.