Brendan Rodgers alerta al Barça de la "caldera" de Celtic Park

Más allá de tres puntos que acercarían al Celtic a la Europa League –pensar en pasar a octavos de la Champions es utópico-, si el conjunto de Brendan Rodgers afronta el duelo ante el Barça como una final es principalmente por una cuestión de prestigio y orgullo. Primero, porque ganar a los azulgranas significaría una importante inyección de caché, y segundo, porque el 7-0 encajado en el Camp Nou hace un par de meses todavía escuece en el cuadro escocés.

De cara al encuentro de este miércoles, el técnico norirlandés no desaprovechó la oportunidad de transmitir optimismo a la afición del Celtic en declaraciones realizadas al ‘Daily Express’. “Cada partido es diferente. Nuestro estadio es una caldera, un escenario diferente en el que jugar. El Barça ya lo ha experimentado antes, y sabe que será difícil”, comentó Rodgers haciendo referencia a la derrota azulgrana en Celtic Park en noviembre de 2012.

Preguntado por las opciones de su equipo de ganar el partido, el técnico opinó que el mero hecho de pensar en la victoria y no en salir a aguantar el 0-0 inicial ya significa mucho. “Es genial pensar que podemos ganar. Esto nos indica hacia donde está yendo el club”, agregó Rodgers.

Con la llegada del norirlandés al banquillo del Celtic, los escoceses han abandonado su  tradicional estilo de juego más práctico y directo. Ahora, el equipo de Brendan no le hace ascos a la pelota, sino que la quiere y presiona arriba para tenerla lo antes posible. “En los últimos partidos nos hemos convertido en un equipo que no espera a los oponentes. Tenemos que ser agresivos aunque sabemos que tienen algunos de los mejores jugadores de la historia. Tenemos que estar a su altura y ver cómo combatirles”, reflexionó el entrenador.

ESCASA CONTUNDENCIA

Argumentos épicos al margen, lo cierto es que la alta ‘temperatura’ de Celtic Park será una de las pocas armas que tendrán los de Rodgers para intimidar al Barça. Que los escoceses sean el equipo del torneo que menos faltas comete refleja a la perfección lo que es el Celtic hoy en día: un equipo atrevido a la hora de acumular hombres en ataque que carece de la fiabilidad defensiva necesaria para dar un salto de categoría.