La cara del Barça, la cruz del Madrid

Bravo, 0 - Casillas, 8

La tranquilidad que vive la portería del Barcelona contrasta con el ruido que azota al Madrid. La decisión de Ancelotti de alinear hoy a Keylor Navas subraya el extravío de un Casillas muy discutido

Bravo le está ganando claramente la partida a Casillas

Bravo le está ganando claramente la partida a Casillas / sport

Dídac Peyret

A Claudio Bravo no hay quien le marque un gol. El meta chileno suma 360 minutos invicto y apenas ha tenido que intervenir en un Barcelona que exhibe una solidez defensiva formidable. Bravo está a dos partidos del récord de Pedro María Artola, que en la campaña 1977-78 sumó 560 minutos sin encajar un tanto como azulgrana. 

El adiós de Valdés auguraba ruido en la portería azulgrana y sobresaltos para su relevo. Pero, contra pronóstico, pasadas cuatro jornadas ligueras, la portería azulgrana vive tranquila. No hay rastro de crítica y el debate se centra, si a caso, en quién debe ser titular: Bravo o Ter Stegen. Un debate que agita el propio Luis Enrique con una política de rotaciones que afecta a la portería, una tendencia que crece en la Liga con casos parecidos en el Madrid y el Atlético. Hasta ahora, para el técnico asturiano, la constante es Bravo, y Ter Stegen, la opción de la Champions, a la espera de ver qué ocurre en la Copa. 

El portero chileno ha empezado con buen pie el arranque del curso, a pesar de que un error suyo ante el Nápoles, en pretemporada, provocó el escepticismo del entorno y la afición. Bravo pasó página con la fuerza mental que tanto valora Luis Enrique. “Sé lo que valgo y sé de lo que soy capaz. Son cosas que pasan en esta posición. Seguiremos trabajando. Espero que no vuelva a pasar”. 

También el técnico quitó trascendencia a un mal rechace que costó un tanto intrascendente y zanjó el asunto. “Estaba haciendo un partido muy serio, sin complicarse la vida. Despejó un buen remate de ellos y acertó con el juego de pies. No vamos a hacer análisis de nada, más allá que si los delanteros hubiesen acertado, no estaríamos hablando de esto ahora”. Claudio siempre hizo justicia a su apellido y en el Barcelona la situación no ha cambiado. Con el balón en los pies ofrece serenidad, pero también puede ser pragmático y terminar con el peligro por la vía rápido. Dentro de la portería es un tipo felino, de reflejos formidables, como recuerdan en la Real Sociedad, y es de sobras conocida su habilidad para atajar penaltis.  

En el Barcelona todavía no se habla de las grandes cualidades del chileno -apenas se le recuerda una mano a Iturraspe, aunque también intervino ante el Levante- pero el chileno ha logrado algo importante: no hay runrún en el Camp Nou. 

La solidez y agilidad que ha mostrado en las jugadas aéreas  ha contribuido a que la afición le dé, de momento, un voto de confianza. También Ter Stegen ha dejado buenas sensaciones hasta ahora, tanto en pretemporada como en la Champions, donde fue decisivo en los últimos minutos ante el APOEL. A pesar de su juventud (22 años), se ha mostrado como un portero tranquilo, audaz con el balón en los pies, y seguro dentro de la portería.  El alemán no lo tendrá fácil ante un Bravo, capaz de adelantar su llegada a los entrenamientos en plena jornada de selecciones. “Desde el primer día que llegué hasta ahora que estoy aquí hablando me siento de la misma manera, entreno para poder ser titular siempre que me toque y mantenerme. Quiero que sea una constante”, aseguró.

A dos partidos del récord de Artola, y muy cerca de Salvador Sadurní, que llegó a estar imbatido durante 413 minutos, Bravo vive su particular sueño en la portería azulgrana.

Casillas, la cruz

Iker Casillas vive entre la angustia y la incredulidad. Acostumbrado a ser el hijo predilecto del madridismo, protagonista de algunas de las paradas más espléndidas de la historia del club, el pulso con Mourinho desgastó su figura hasta convertirlo en el foco de todas las críticas de un sector de la afición. 

No contribuyó el descenso evidente de su rendimiento. Ni tampoco la intervención de Ancelotti, que reabrió el debate desde su primera temporada, cuando optó por mantener la línea del portugués y apostar por Diego López en la Liga. El escenario parecía haber cambiado esta temporada –Iker comenzó titular el curso, a pesar del fichaje de Navas– pero se espera que hoy el italiano mueva ficha ante el Elche. 

En Madrid se daba ayer por segura la titularidad de Navas para evitar una nueva pitada al capitán blanco, pero su decisión abre una vieja herida en un Casillas que ha perdido vigencia y luce pusilánime. Iker siente que lo miran con lupa y vive con incomodidad los pitos de una parte de la afición. 

Durante su mala convivencia con Mourinho, Casillas no dijo ni mu. Todo lo contrario que el portugués, que aireó la forma de entrenarse del portero y dejó entrever que filtraba algunas cosas que ocurrían en el vestuario blanco a amigos periodistas. 

La salida de Mou no ha cambiado el estigma de Casillas, un extraño en el Bernabéu. Casillas ha encajado ocho goles en cuatro jornadas y la sensación es que sigue en el alambre. Más aún con un Keylor Navas que gusta mucho a Ancelotti y que hoy tendrá la posibilidad de reivindicarse en el Bernabéu. Hasta la fecha, la intención de Ancelotti era apostar por Iker en la Liga y en Europa; habrá que ver ahora si la titularidad de Navas se queda en anécdota o supone un nuevo capítulo en el extravío de un Iker que no descarta una salida a final de curso.