El 'boomerang' azulgrana: Se fueron y acabaron volviendo

En algunos casos salieron porque no veían un proyecto sólido ni una vía demasiado clara para alcanzar el sueño del primer equipo. En otros, sencillamente porque la propuesta económica y las promesas que llegaron de fuera eran irrechazables. Los hubo que hicieron las maletas por las urgencias del club por vender y hacer caja a toda costa. Pero regresaron. Sencillamente pospusieron su destino unos años para terminar debutando con el primer equipo más maduros. Más hechos.

La primera gran fuga la protagonizó Cesc Fàbregas el año 2003. El centrocampista de Arenys de Mar decidió hacer las maletas y poner rumbo al Arsenal. Mejora sustancial a nivel económico y promesa del propio Arsène Wenger de tener pronto protagonismo en el primer equipo si todo se iba cumpliendo. "Arsène Wenger -entonces entrenador del Arsenal- interrumpió sus vacaciones y voló en un jet privado para recibirme", aseguró muchos años después el propio Cesc.

"Un día, un ojeador vino del Arsenal para hablar con mis padres. Y siempre me gusta escuchar". Así fue cómo con apenas 15 años decidió dejar La Masia. Tardaría mucho en regresar. Tanto como ocho años. En ese tiempo fue capaz de convertirse en capitán e icono del club 'gunner'. Pero el sueño de triunfar con el primer equipo del Barça seguía latente. En agosto de 2011 se sellaba su regreso previo pago de 40 millones de euros. Y lo cierto es que nunca pudo asentarse. El peso de su coste y la gran competencia en su posición hicieron que apenas aguantara tres años. Regresó a la Premier, su hábitat.

PIQUÉ, LA SEGUNDA FUGA A INGLATERRA EN UNOS MESES

Una de las salidas más sonadas fue la de Gerard Piqué. Habían transcurrido solo unos meses de la marcha de Cesc y fue un golpe duro. Un prometedor central de esa gran hornada del 87 que decidía aceptar la oferta del Manchester United y poner rumbo a Inglaterra. Nieto del directivo azulgrana Amador Bernabéu y barcelonista de cuna, el barcelonés se sintió atraído por el proyecto 'red devil' y lo que tenían previsto para él.

Su periplo fue distinto al de su colega de Arenys. Debutó con 17 con el primer equipo, sí, pero nunca conseguiría asentarse. Una cesión al Zaragoza y una oferta del Barça hicieron que cuatro años después consumara su regreso a Barcelona. En este caso 'solo' hicieron falta cinco 'kilos' para sellar la vuelta del hijo pródigo. Guardiola le sacó todo el partido y comenzó a vivir una época maravillosa en la zaga del club de su corazón.

ERIC, 'NO' A GUARDIOLA

Los otros casos no son tan sonados. Eric García fue otro de los que decidió poner rumbo a Inglaterra. En este caso al City, un gran de ya consolidado de la Premier. Coincidiendo con el aterrizaje de Guardiola, el de Martorell empezó desde las categorías inferiores, siempre bajo el amparo de Pep. Pronto entrenaría ya con los mayores hasta que su debut llegó un 18 de diciembre de 2018. A los 17. A partir de ahí fue poco a poco sumando minutos. Nunca pudo hacerse con un hueco fijo en la defensa 'citizen' ante la competencia feroz.

Hace aproximadamente un año decidió que no renovaría su contrato y volvería a casa con la carta de libertad.

ADAMA, SEIS MESES CLAVES EN SU CARRERA

El último de estos sonados regresos es el de Adama Traoré. El extremo de L'Hospitalet salió el verano de 2015 rumbo al Aston Villa. El Barça quería hacer caja y los 10 'kilos' de los villanos hicieron el resto. El extremo, además, veía complicado contar con minutos con Neymar, Messi, Pedro y compañía por delante. Tras tener poco protagonismo ese primer año en el Villa, se le vendió al Middlesbrough. Allí sí explotó y el Wolverhampton de Jorge Mendes (hace y deshace a su antojo allí) lo adquirió por 20 'kilos'.

Se ha convertido en una 'bestia', en un futbolista explosivo y físicamente muy potente. Ha ganado un sinfín de masa muscular e incluso ha jugado varios partidos con la absoluta española. Pero después de una primera mitad de campaña irregular, regresa a casa para intentar exprimir al máximo seis meses vitales para él.