El 'Big Bang' de Griezmann

Griezmann ha entrado en combustión, como ya hizo en el 2018 para ganar la Europa League y el Mundial

Un preparador y un cocinero lo cuidan para fomentar su resistencia; Grizzie disfruta y anima al vestuario con su música

Griezmann vuela alto en 2021

Griezmann vuela alto en 2021 / Perform

Jordi Gil

Jordi Gil

Como si fuera un volcán en erupción, Antoine Griezmann se ha destapado justo cuando el equipo requería de su mejor versión. La constancia y su actitud siempre positiva son factores que le han mantenido a flote en los momentos más delicados. El cambio de sistema de Ronald Koeman le pasó factura, pero Griezmann no solo no se vino abajo, sino que continuó remando hasta que asomó la cabeza en la segunda parte de Valdebebas y, desde entonces, su explosión ha sido imparable.

Griezmann desencalló la final de Copa frente al Athletic, redondeó el triunfo frente al Getafe y firmó un doblete decisivo en Villarreal para mantener viva la increíble escalada en la Liga. Esta temporada ya ha marcado 18 goles y ha repartido 11 asistencias con el FCBarcelona, pero por encima de todo destaca las sensaciones que está dejando en este tramo crucial del ejercicio.

22 pases

Griezmann se ha puesto en modo depredador. En la Cerámica marcó dos goles y cada vez que tocaba el balón daba la impresión de que podía acabar dentro de la portería. Una forma que recuerda a cómo acabó la probablemente mejor temporada de su carrera: la 2017-18. Entonces fue determinante para que el Atlético ganara la Europa League y Francia se llevara el Mundial de Rusia.

Con el conjunto colchonero anotó tres tantos vitales, uno en la semifinal frente al Arsenal en el Emirates y un doblete en la final frente al Olympique de Marsella. En el Mundial, Antoine lideró a Francia con cuatro goles en la fase final, incluido el penalti en el partido decisivo frente a Croacia con empate a un tanto en el marcador. Cuando Griezmann está encendido, difícilmente falla.

Griezmann mantiene al Barça en la lucha por la liga: su doblete al Villarreal

Ahora, en el Barça tiene la misión de jugar de ‘9’ y ello significa un trabajo ingrato. En Villarreal únicamente dio 22 pases, a diferencia por ejemplo de los 48 de Messi, 52 de De Jong o los 65 de Busquets. Participa poco con la pelota, pero hace un trabajo impresionante estirando a la defensa rival, basculando y ganando la espalda a los centrales. Si a ello añade efectividad, como en La Cerámica, el trabajo es redondo.

El oficio de '9'

Griezmann sabe interpretar mejor la posición de delantero centro que Ousmane Dembélé. Su joven compatriota fue un factor sorpresa valioso, especialmente como revulsivo tras caer ante el PSG y superar el pulso tanto liguero como de Copa frente al Sevilla, pero los rivales dieron con la tecla para marcarle. El clásico fue un punto de inflexión y la manera con que el equipo cerró el partido, más allá de la derrota, convenció a Koeman para decantarse por Antoine como referencia ofensiva más avanzada.

Para realizar esta funciones en el campo, Griezmann debe desgastarse mucho. Para resistir y recuperarse bien, el jugador cuenta con un preparador físico personal y un cocinero. Ambos trabajan con él desde su época en el Atlético de Madrid. Son su staff y amigos que se han trasladado también a vivir en Barcelona.

Griezmann frente a Unai Simón en la victoria en la final de la Copa del Rey del Barça ante el Athletic

Griezmann frente a Unai Simón en la victoria en la final de la Copa del Rey del Barça ante el Athletic / Valentí Enrich

Griezamnn se prepara con la mentalidad de que deberá soportar unos 70 partidos por temporada. En la actual ya ha disputado 56 encuentros oficiales, 45 con el Barça y 11 con Francia. Aún le restan las seis últimas jornadas con el Barça y todos los de sus selección, tanto preparatorios para la Eurocopa como los del torneo. Por tanto, estará muy cerca de la cifra de los 70. Una cantidad de minutos y encuentros que le obligan a cuidar al máximo su preparación, alimentación y descanso.

DJ en el vestuario

Griezmann es puro positivismo y contagia su estado de ánimo con las músicas movidas que pincha en el vestuario. En los calentamientos en el Camp Nou suenan melodías francesas poco comunes en las radiofórmulas españolas, pero que se han instalado en la caseta barcelonista.

La ganas de hacer piña son un denominador común en su carrera. Griezmann es un agitador de buen feeling en la selección francesa campeona del mundo y en todos los equipos en que ha militado ha mantenido el mismo espíritu.

El galo está concentrado ahora en las seis finales que restan con el Barça con una gran aspiración, como es ganar su primera Liga como profesional. Fue campeón de Segunda División con la Real Sociedad en 2010 para ascender a Primera y desde que está en la categoría de oro le ha quedado la espina clavada de no haber podido competir por la Liga. Su llegada al Atlético de Madrid fue la temporada siguiente a la consecución del título liguero con el gol de Godín en el Camp Nou.

De momento, Griezmann sumó su primer título como culé con la Copa del Rey. Una barrera superada como preámbulo de muchas más.