KO en la ‘batalla del Bernabéu’

El epílogo fue lamentable: corte de mangas, insultos, patadas, puñetazos...

Endika sentenció una final de alto voltaje en la que Maradona fue cosido a faltas

El Barcelona se entrena pensando en la final de Copa

El Barcelona se entrena pensando en la final de Copa / EFE

David Salinas

David Salinas

Tuvieron que pasar 31 años, de 1953 a 1984, para que el FC Barcelona y el Athletic volvieran a coincidir en una final de Copa. La cita llegó en un momento muy caliente entre ambas entidades, capitaneadas desde el banquillo por entrenadores antagónicos como el argentino César Luis Menotti y el vasco Javier Clemente. En los días previos al choque el fuego cruzado entre ambos fue intensísimo, pero la ‘bomba’ explotó sobre el césped, tras el pitido final: monumental tangana que derivó en una brutal pelea sin regla ni ley alguna.

Demasiadas cuentas pendientes de por medio, como el hachazo injustificable en deporte de Goikoetxea a Maradona en septiembre de 1983 que dejó KO al argentino hasta enero de 1984, o las palabras de Clemente insultando al Pibe de Oro (“es un imbécil de tomo y lomo”) después de que éste asegurara que prefería que ganara la Liga el Real Madrid antes que el Athletic. Menotti, que se temía lo peor, en la rueda de prensa del jueves 3 de mayo, confesó que su equipo estaba “preparado para jugar en cualquier terreno, incluyendo el de la violencia”. También fue cuestionado por unas palabras de Clemente, que lo había definido como “un filósofo al que resulta muy difícil entender”. El ‘Flaco’ tampoco se mordió la lengua: “Hay gente que no ha ido al colegio. Pero... si tiene tiempo, se lo puedo explicar todo”.

Presión

El Barça inició el duelo en desventaja. Había mayoría rojiblanca en las gradas del Bernabéu y, además, el equipo catalán jugó bajo la presión de ganar la Copa para salvar la temporada. El Athletic, campeón de Liga, iba a por el doblete. Salió con más aplomo el conjunto vasco, presionando al Barça, ahogándolo. El gol no tardó en llegar y llevó la firma de Endika, que superó a Urruti con un zurdazo después de controlar el balón con el pecho en la frontal, entre Migueli y Alexanko.

El Athletic supo gestionar el 1-0 y bajó la línea de presión. Esperó al Barça atrás para salir a la contra. El equipo de Menotti no tuvo poder de reacción, ni profundidad. Maradona, que fue cosido a faltas, jugó primero arriba y después retrasó su posición, pero tampoco tuvo incidencia en el juego. El Barça quedó bloqueado.

Al acercarse el final, afloraron los nervios. Cortes de mangas, insultos... Hubo quien no supo ganar y quien no supo perder. El césped pasó a ser un ring sin leyes y los jugadores empezaron a agredirse. Se vio de todo. Maradona encajando golpes a diestro y siniestro, Migueli lanzándose a su rescate, puños levantados, patadas... El Barça culpó al Athletic de encender la mecha y el Athletic culpó al Barça.

El día 10 el Comité de Competición citó a varios jugadores (Maradona, Clos y Migueli por parte azulgrana y Núñez, De Andrés, Goikoetxea y Sarabia por parte bilbaína) para ahondar en los hechos. Todo terminó con tres meses de sanción para los implicados, castigo que les fue perdonado poco después por el subcampeonato alcanzado por la selección española en el Europeo de Francia.

Ficha técnica

Campo:  Santiago Bernabéu (Madrid). 80.000 espectadores.

Athletic Club: Zubizarreta; Urquiaga, Liceranzu, Goikoetxea, Núñez; Patxi Salinas, De Andrés, Urtubi, Dani (c), Endika (m. 61, Sarabia) y Argote (m. 85, Gallego). Entrenador: Javier Clemente.

FC Barcelona: Urruticoetxea; Sánchez (c), Alexanko, Migueli, Julio Alberto; Víctor, Schuster, Rojo (m. 62, Clos); Carrasco, Maradona y Marcos. Entrenador: César Luis Menotti.

Gol: 1-0, Endika (m. 13).

Árbitro: Ángel Franco Martínez (murciano). Mostró tarjetas amarillas a Carrasco, Patxi Salinas, Urtubi, Liceranzu y Alexanko, Schuster y Víctor.