Bartomeu exige ventas en invierno
Hasta los despachos del área deportiva ha llegado una consigna muy clara de cara a la apertura del mercado invernal que arranca el próximo 1 de enero. Pep Segura y Òscar Grau, director deportivo del área de fútbol y CEO del Barça, respectivamente, han recibido la orden de concretar varios traspasos antes de empezar a negociar las posibles incorporaciones.
Ese es el requerimiento que Josep Maria Bartomeu, presidente blaugrana, ha hecho a los encargados de gestionar y negociar las altas y las bajas.
La directiva blaugrana considera prioritario abrir la puerta del vestuario para que se produzcan dos, tres o más salidas por cuestiones económicas y también deportivas.
LOS MOTIVOS
Entre las primeras figura, por ejemplo, la necesidad de reducir la masa salarial antes de pensar en posibles refuerzos. También, la obligación de ingresar el dinero que no se pudo obtener en el último mercado estival con la vista puesta en equilibrar el presupuesto para fichajes.
A nivel deportivo, la prioridad es aligerar el vestuario, respondiendo así a la petición formulada por el técnico blaugrana, Ernesto Valverde. El entrenador vitoriano es partidario de trabajar con los efectivos justos para que los jugadores de la cantera puedan empezar a tener más protagonismo. Ahora mismo sólo hay una ficha disponible, por lo que Valverde está obligado a repartir los minutos y los partidos entre los 24 jugadores de la plantilla profesional.
En consecuencia, el Barça está abierto a escuchar ofertas por aquellos jugadores que menos minutos están disfrutando en esta primera fase de la temporada. Se priorizará también a aquellos jugadores con más pretendientes en el mercado. Y la lista, pese a no ser oficial, es fácil de redactar: Aleix Vidal (tiene ofertas del fútbol español), André Gomes (por él suspiran varios clubs italianos), Denis Suárez (el Nápoles le quiere), Gerard Deulofeu (tiene un gran cartel en Italia), Paco Alcácer y Arda Turan.
ASUMEN LAS PÉRDIDAS CON TURAN
Arda Turan es el caso más claro después de que el club blaugrana intentase traspasarle sin éxito el último verano. El turco no entra en los planes de Valverde –no ha disputado todavía ni un minuto de competición oficial– y tiene una ficha elevada.
El Barça es consciente de que perderá dinero en la operación, pero es consciente de que no le queda otra alternativa. Invirtió 41 millones de euros (34 fijos y 7 en variables) en su fichaje en el 2015 y le quedan dos años y medio antes de amortizar su fichaje, a razón de 8,2 millones de euros anuales. Los dirigentes blaugranas saben que no podrán recuperarlos por completo.
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