Tarradellas: El barcelonista que no pisó el Camp Nou hasta los 78 años

Momento en el que el presidente de la Generalitat de Catalunya, Josep Tarradellas, salió al palco del Camp Nou

Momento en el que el presidente de la Generalitat de Catalunya, Josep Tarradellas, salió al palco del Camp Nou / Archivo

Toni Closa

Toni Closa

Las circunstancias han querido que el referéndum de autodeterminación de Catalunya coincida con la visita de la UD Las Palmas, que fue también el rival del Barça en la histórica jornada, de la primera presencia de Tarradellas en el Camp Nou, tras su retorno del exilio.

Josep Tarradellas i Joan (Cervelló, 1899  -Barcelona, 1988), uno de los fundadores de ERC, fue diputado a Cortes y conseller del Govern en diversas carteras. Exiliado primero en Suiza y después, en Francia, el 7 de agosto de 1954 fue elegido presidente de la Generalitat por los diputados catalanes reunidos en México, sucediendo a Josep Irla. Tras negociar con Adolfo Suárez el restablecimiento de la Generalitat, el 23 de octubre de 1977 retornó a Catalunya

Poco sabían que Tarradellas era un ferviente barcelonista, pasión heredada de su tío paterno Mateu. Se había trasladado desde Cervelló a Barcelona en 1914 y llegó a jugar en el tercer equipo del Barcino.

Asistía con frecuencia a los partidos del Barça en el campo de la calle Indústria y en 1919 se hizo socio aunque no lo fue mucho tiempo; el servicio militar, primero y luego, su implicación absoluta en la política tuvieron la culpa. Pero acudía, de cuando en cuando, al nuevo campo de Les Corts. 

Prueba de su pasión culé es que en su casa de Saint-Martin-le-Beau, tenía junto a sus miles de documentos políticos, un archivo con fotografías y recortes de periódicos con noticias sobre el Barça. Según contó el historiador Carles Santacana, guardaba con devoción un cartel de las Bodas de Oro del Barça (1949) y un programa de la inauguración del Camp Nou (1957). Se los habían traído amigos barcelonistas.

correspondencia y carnet

Agustí Montal mantuvo contacto con el presidente en el exilio desde principios de los setenta. El secretario general Joan Granados, uno de los fundadores de Convergència, viajó hasta  su residencia francesa y le entregó el carnet de socio.

En enero de 1977  Tarradellas envió una emotiva carta a Montal en la que decía, entre otras cosas, “aunque estoy alejado de mi país, he seguido y sigo con admiración y afecto la vida del FC Barcelona (...) de cerca o de lejos nunca he dejado de seguir su gloriosa historia, tan ligada a Catalunya”.

Cuando ya se vislumbraba el fin del exilio, Montal le invitó a presidir el primer encuentro después de su llegada. Tarradellas no vaciló. Sólo una semana después de aterrizar en Barcelona y pronunciar su célebra frase “Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí’, el anciano político pisaba por primera vez el Camp Nou. Era una de las grandes ilusiones de su vida y la cumplía, al fin, con 78 años a sus espaldas...

Aquel 30 de octubre de 1977, el presidente -al que acompañaba su esposa Antònia Macià y sus hijos- se emocionó viendo el majestuoso recinto. Orgulloso como era, apenas dejó denotarlo. Ni siquiera cuando vio la monumental senyera de 60 metros sobre  el césped ni cuando se desplegaron las pancartas de bienvenida con miles de banderas  cuadribarradas ondeando en las gradas. Una atronadora ovación de los cien mil espectadores saludó su llegada al palco, con los equipos formados en el campo.

PARLAMENTO DESDE LA LLOTJA

Le dieron la bienvenida, con los altavoces del estadio resonando -el socio número 2 del club, el 1 estaba asignado a Gamper- August Santamans y Agustí Montal que dijo: “señor presidente, el Barça y vos sois la misma cosa, personificais las mejores virtudes de nuestro pueblo”.

Tarradellas respondió diciendo que “nuestro club es grande porque siempre ha sabido mantener la fidelidad a Catalunya (...) Estoy seguro la mantendréis y que ello hará posible que nuestra Catalunya sea más rica que nunca, más fuerte, más libre”.  Después sonó Els Segadors, prohibido hasta poco antes.

Los jugadores del Barça quisieron sumarse a la fiesta y le endosaron un 5-0 al Las Palmas, aunque todos los goles llegaron en la segunda parte. Los marcaron Zuviría (57’ y 62’), ambos de penalti, Neeskens (75’), Cruyff (86’) y Milonguita Heredia (87’).

El Barça formó con Artola; Ramos, Migueli, Olmo, De la Cruz; Sánchez (Clares 56’, Costas 69’), Neeskens, Asensi; Cruyff, Heredia y Zuviría. Y la Unión Deportiva, con Carnevalli; Estévez, Felipe, Roque (Germán 75’), Páez; Gerardo (Hernández 54’), Félix, Jorge, Brindisi; Maciel y Morete. Arbitró el valenciano García Carrión. 

Este domingo, el cuadro canario volverá a ser testigo de un día histórico para Catalunya, protagonista de un partido en el que, además, se guardará un minuto de silencio por Jacint Borràs i Manuel, patriota y barcelonista comprometido. Un personaje tan grande, que el destino ha querido que muriera un Onze de Setembre y fuera recordado en el Camp Nou justo el día del referéndum por el que tanto suspiró y luchó...