Al Barça de Koeman le cuesta cerrar los partidos

11 de las 23 victorias que lleva el FC Barcelona en Liga se decidieron sin que el equipo azulgrana lograra cerrar el marcador antes de los minutos finales

El Barça ha visto como partidos que tenía controlados se le han complicado por no ser contundente arriba

Koeman:"No hay partidos fáciles"

Ronald Koeman habló en rueda de prensa antes del encuentro de este domingo ante el Valencia / FCB

Albert Gracia

Albert Gracia

 “Nos gustaría cerrar los partidos antes. Puede ser una cuestión de dinámica”, aseguraba Piqué tras volver a ganar al Valencia pidiendo la hora. Quizás no exista una sola razón para hallar el porqué de esa necesidad de sufrir siempre hasta el final. Más si cabe en partidos como el de Mestalla, donde el cuadro azulgrana tenía el partido completamente controlado.

Tampoco es normal que Soler se saque un zapatazo de la manga desde fuera del área y obligue al Barça a tener que esperar al pitido inicial para sellar los tres puntos. ¿Algo de mala suerte? Puede ser. También es cierto que últimamente todo lo que va entre los palos de Ter Stegen acaba dentro. Pero en algo se equivocó Piqué en su afirmación: no es una cuestión de dinámica, ni de algo temporal.

El Barça de Koeman, si algo ha demostrado además de su irregularidad esta temporada, es que le ha costado y mucho cerrar partidos que tenía dominados tanto en el marcador como en las sensaciones. Partidos que, incluso, podían terminar en grandes goleadas y que se han terminado complicando por la falta de efectividad arriba o por la excesiva fragilidad defensiva.

Si analizamos las 23 victorias que acumula el FC Barcelona en Liga, vemos que en hasta 11 el equipo azulgrana ha llegado a los últimos diez y cinco minutos con el resultado todavía sin decidir. Hablamos de encuentros como en El Alcoraz, donde un gran Barça en la primera mitad que pudo golear con facilidad dejó terreno a un equipo más vulgar en la segunda que terminó pidiendo la hora.

Partidos controlados que se complican al final

O el duelo ante el Getafe en el Camp Nou que termina 5-2 gracias a dos goles azulgrana casi en el añadido. Un partido que el Barça tenía controladísimo, con un Getafe encerrado y que con un 3-2 casi sin querer te obliga a replantearte si ir arriba o esperar atrás. El duelo en Elche, en El Sadar, en el Sánchez Pizjuán…

En todos ellos el Barça tuvo que esperar hasta un postrero tanto en los últimos minutos del partido para respirar tranquilo. Luego hay otros encuentros donde el conjunto de Koeman solo pudo relajarse cuando el colegiado decretó el final del partido, como ante el Villarreal en La Cerámica o el último, ante el Valencia en Mestalla.

Once partidos que han supuesto casi la mitad de los puntos que lleva el Barça actualmente pero que un mal golpe de fortuna podría haber precipitado el adiós del cuadro de Koeman de la lucha por la Liga. Ahora ya tan solo quedan cuatro partidos para resolver la incógnita de quién se corona campeón.

El Barça luchará hasta el final, como lo ha hecho en tantos partidos donde ha tenido que sufrir hasta los últimos minutos para festejar una victoria. Una dinámica, eso sí, que debería empezar a cambiar. Las victorias podrían empezar a no llegar.