El día que el Barça dejó escapar a Gelson Martins

El nombre de Gelson Martins (Praia (Cabo Verde), 11 de mayo de 1995) se ha puesto de moda en el panorama futbolístico europeo este inicio de temporada. El joven extremo se lució ante el Real Madrid en Champions y ha arrancado con buen pie en liga, demostrando su habilidad y su descaro en banda derecha y son muchos los que le sitúan ya como el 'heredero' de una larga estirpe de futbolistas formados en el Sporting como Futre, Figo, Simao, Quaresma, Cristiano Ronaldo o Nani, entre otros. 

Martins entró a formar parte de la cantera del Sporting de Portugal en 2010, después de un breve paso por las categorías inferiores del Benfica, y desde entonces ha ido creciendo, escalón por escalón, dentro de una de las mejores academias formativas del país. En uno de esas etapas, pudo haberse cruzado el Barça en su camino, pero las intenciones del club azulgrana fueron otras.

En verano de 2012 el Sporting de Portugal estaba sumido en una importante crisis económica y le debía al Barça uno de los pagos del traspaso de Jeffren Suárez. Una cantidad, cercana al millón de euros, que no podía pagar si no era a través de jugadores. El Barça aceptó la solución propuesta por el club lisboeta y analizó qué jugadores de la prolífica cantera del Sporting se adecuaban mejor a sus intereses. Por aquél entonces la secretaría técnica del Barça, liderada por Narcís Julià, se decantó por los jóvenes Edgar Ié y Agostinho Ca como refuerzos para el filial barcelonista una vez fracasó la incorporación del defensa Tiago Ilori, que acabó en el Liverpool previo pago de 7'5 millones de euros. 

Nadie apostó por un Gelson Martins que ya era internacional en las categorías inferiores de Portugal y que ese mismo verano daba el salto a juveniles ni por un tal Joao Mario, que subió al filial del Sporting ese mismo año y que este verano ha sido traspasado por 40 millones de euros al Inter. Se optó por Edgar Ié y Agostinho Ca. Dos jugadores que, tres años después, ya no formaban parte del Barça y que pasaron con más pena que gloria por el club.