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El Barça solo podrá gastar 10 millones en enero

Los estatutos del club obligan a la directiva a no endeudarse demasiado por lo que la dirección deportiva buscará jugadores de perfil concreto y no descarta apostar por la cesión

JAVIER GIRALDO

Cuando el Barça vea por fin abiertas las puertas del mercado de fichajes, en la primera semana de enero de 2016, tendrá que tener muy en cuenta una limitación que no viene de la FIFA (la sanción ya estará cumplida) ni de la UEFA, impulsora del Fair Play financiero. Se trata de los propios estatutos del club, reformados en 2013, que obliga a la directiva a no endeudarse demasiado. 

Concretamente, a no superar el ratio resultante de multiplicar por 2,75 el EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones). Si se supera ese límite de deuda, la directiva tiene dos años de margen para corregirlo, y si no lo hace, se verá forzada a dimitir.

En junio de 2015, la deuda del Barça se cifró en 328 millones de euros: según los datos de la última auditoría de Deloitte, el ratio a final de temporada fue de 3,24. Para cumplir con el equilibrio que marcan los estatutos, el club debe reducir su deuda un 15 por ciento (alrededor de 50 millones de euros) a lo largo de esta temporada.

Así las cosas, el club barcelonista sabe que no puede realizar grandes dispendios en el próximo mercado de invierno: se inscribirá a Arda y a Aleix, cuyo coste computa en los gastos del ejercicio 2014-15, y se buscarán nuevas incorporaciones, pero siempre bajo un límite presupuestario: las líneas rojas marcadas por el departamento económico del club marcan en 10 millones de euros el límite para invertir en fichajes en la próxima ventana.

La dirección deportiva ya sabe que se puede mover por debajo de esa cifra, pero en ningún caso por encima, porque pondría en peligro la continuidad de la junta.

En realidad, los estatutos del club contemplan una excepción: si se reforma el estadio, se permitiría un mayor desfase económico.

Es el caso del ‘Espai Barça’, que comprometerá a una fuerte inversión y endeudamiento por parte del club, pero la directiva quiere separar ambas cuestiones. Ni Josep Maria Bartomeu ni su núcleo duro de directivos quieren agarrarse a esa excepción de los estatutos.

Por ello, el club buscará jugadores de un perfil muy concreto: se descartarán primeras espadas, por cuestiones presupuestarias, y se buscarán futbolistas de perfil más bajo, que tengan como prioridad jugar en el Barça, más que engordar su cuenta bancaria.

En este sentido, el club no descarta incorporar a algún futbolista en calidad de cedido, como ocurrió en su día como Edgar Davids, en el mercado de invierno de 2004. 

En este caso, el club intentaría guardarse una opción de compra, en previsión de que la cesión pueda acabar convertida en fichaje. 

Entretanto, el club sigue rastreando el mercado para reforzar las posiciones más urgentes: sobre todo, la del delantero que debería ocupar el puesto dejado por Pedro. Nolito, uno de los grandes candidatos, tiene una cláusula de 18 millones, demasiado elevada para el límite que se ha impuesto el club.