El Barça, en situación límite

Javier Giraldo

Javier Giraldo

El Barça vive las últimas horas del mercado de fichajes en un estado de agitación que no se vivía en las oficinas del club en mucho tiempo: la presión por cerrar la incorporación de los jugadores prioritarios (todos los esfuerzos se destinan a Coutinho, sin olvidarse del todo de Di María) es asfixiante. La afición reclama fichajes y el tiempo apremia.

El Barça ha llegado al último día del mercado con la mitad de los deberes por hacer. A última hora de ayer, los responsables del club apuraban al máximo las negociaciones para no llegar a la recta final con las manos vacías y la sensación de que la planificación deportiva ha sido un fracaso. 

Albert Soler, Pep Segura y Raúl Sanllehí trabajaron hasta la noche en las oficinas del club. El presidente Bartomeu, que pasó buena parte de la mañana en Aristides Maillol, estuvo en permanente contacto con sus empleados, móvil en mano, a la espera de recibir noticias. El clima de tensión y nervios era evidente. El paso del tiempo multiplicó la sensación de que el Barça podía llegar demasiado tarde.  

24 horas decisivas

Pero todo deberá esperar al último día: el único comunicado oficial que salió ayer del Barça fue una nota a pie de página, la confirmación de que Douglas se va cedido al Benfica. No hubo noticias de Coutinho ni de Di María, ni siquiera de Lemar o de Mahrez, nombres que en las últimas horas se han sumado a la lista de objetivos con un aroma de improvisación. 

Y a pesar de todo, el Barça sigue confiando en poder cerrar su objetivo prioritario, la llegada de Philippe Coutinho, el jugador brasileño del Liverpool que sigue las negociaciones desde la concentración de su selección. El Barça espera respuesta por su última oferta, que no llega a los 150 millones de euros.  

El club también cree que será capaz de cerrar la llegada de otro jugador, presumiblemente Di María, aunque las negociaciones con el PSG no serán nada fáciles.  

más cerca, más lejos

El Barça se ha instalado en tal clima de tensión que a cada minuto, Coutinho se acercaba y se alejaba del club con la misma intensidad. Al mismo tiempo ganaban peso las informaciones que lo alejaban y las que lo acercaban al Barça, pero siempre con la sensación de que era el Liverpool el club que marcaba el ‘tempo’.  

Al Barça se le ha acumulado el trabajo en el último día: no solo en las altas, también en el capitulo de bajas. Anoche se cerró el mercado inglés y André Gomes, a quien se había relacionado con Tottenham y West Ham, no concretó su salida. Tampoco Munir y Arda firmaron sus nuevos contratos, aunque el mercado portugués y turco seguirán abiertos unos días más. Pase lo pase a partir de esta medianoche, cuando se acabe el plazo para inscribir jugadores, el Barça está obligado a reflexionar, a descubrir las razones que le han convertido en un club débil en el mercado, a merced del resto de tiburones del océano. 

muchas dudas y una reflexión

El Barça siempre fue un club comprador, pero nunca hasta este verano había transmitido tantas dudas, fruto de una planificación demasiado dudosa y que sufrió un golpe casi mortal a primeros de agosto, cuando Neymar confirmó que dejaba el club para sumarse al proyecto del PSG.