El Barça B sigue negado a domicilio

El filial se marchó de vacío de Tarragona

El filial se marchó de vacío de Tarragona / FCB

Albert Gracia

El Barça B sigue sin calentarse lejos del calor del hogar. El cuadro azulgrana muestra una fiabilidad en el Estadi Johan Cruyff que todavía no ha logrado trasladar a sus desplazamientos, donde el equipo se pierde ante la agresividad rival. Ya van siete partidos seguidos sin ganar a domicilio y ante el Nàstic volvieron a aparecer los fantasmas: juego plano, pocas ocasiones y encajando en una de las pocas ocasiones del rival. El cuadro grana necesitó una jugada algo afortunada para llevarse tres puntos clave en su lucha por el descenso. El Barça B sigue arriba pero toca espabilar, sobre todo fuera.

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Segunda B

1
0
Alineaciones
Gimnàstic
Bernabé; Albarrán, J. Rodríguez, Pol Domingo, Bonilla; Brugué (Pol Valentín, 85'), Goldar, F. Miranda, Pol Ballesteros; Pedro Martin (Jonathan Pereira, 58') y Gerard Oliva (Romain, 94').
Barcelona B
Carevic; Morer (Ilaix Moriba, 87'), Araujo, Chumi, Guillem (Akieme (77'); Jandro, Reis, Monchu; Collado, Abel Ruiz (Kike Saverio, 77') y Hiroki Abe.

El equipo de García Pimienta llegaba al derbi con la moral por las nubes tras la remontada del pasado miércoles ante el Badalona para seguir manteniendo el fortín en casa. Sin Riqui Puig, el equipo debía dar un paso al frente pero no pudo ser. Con algunos titulares en el banquillo y sin la magia del de Matadepera, el Barça B cayó en la trampa del Nàstic, que preparó un duelo repleto de interrupciones.

Los azulgrana en ningún momento se sintieron cómodos en el partido. Collado, habituado a hacer uno, dos y tres controles, apenas pudo participar y cuando lo hizo fue objeto de constantes faltas. El de Sabadell era el blanco de la zaga grana pero lo cierto es que la intensidad de los de Toni Seligrat fue mayúscula durante todo el partido. 

El Barça B se hizo con el control absoluto en la primera mitad, pero le costó horrores llegar a la meta de Bernabé. Un balón al palo de Abel Ruiz, que se inventó una ocasión él solito, y un cabezazo de Collado que hizo intervenir al guardameta grana fue todo el bagaje ofensivo de la primera parte de un Barça B que, aun así, tampoco sufrió en defensa. Una clarísima de Albarrán dentro del área y un cabezazo defectuoso de Goldar fue todo lo que hizo en ataque un Nàstic más preocupado por cortar toda intención azulgrana que de buscar a Carevic. 

En la reanudación, el partido siguió con su ritmo plano. A cada tres pases azulgrana llegaba una interrupción, una falta que frenaba el ritmo. La intensidad del Nàstic se mantuvo, mientras que al Barça B ni siquiera se encontró a sí mismo. Faltaba profundidad, algo más en el centro del campo quizás. Pero, sobre todo, tocaba abrir el campo y mucho.

Más si cabe cuando el Nàstic, en una jugada aislada, se encontró con todo el botín. Centro de Brugué, remate de Pol Ballesteros y el mismo jugador grana aprovechaba su propio rechace para cabecear a la red. García Pimienta se desesperaba y mucho... Con el árbitro. El técnico consideraba que su equipo estaba siendo objeto de demasiadas faltas.

Tocaba remontar como fuera y ordenó la entrada a Akieme y Saverio para abrir esa banda izquierda. El extremo lo intentó y se fue cada vez que quiso de su marca pero no sirvió para que el Barça B puntuara en Tarragona. Toca mejorar fuera. Urge.