El Barça se queda sin defensas para la final, pero con un porterazo

Dos decisiones arbitrarias del colegiado noruego Tom Henning Ovrebo -de las tantas que tomó durante los 90 minutos de partido- impedirán que Pep Guardiola, técnico blaugrana, pueda contar con sus dos laterales titulares en la final del próximo día 27 de mayo en Roma.

El entrenador catalán dispone ahora de tres semanas por delante para encontrar una solución a las numerosas bajas que tendrá en la defensa, ya que ya sabía que tampoco podrá alinear al mexicano Rafa Márquez por culpa de la lesión que sufrió en la rodilla en el partido de ida.

Los problemas empezaron con la amarilla que vio el brasileño Daniel Alves en un salto bastante intrascendente en el centro del campo con el francés Malouda en el minuto 30. Era la tercera tarjeta que ve el lateral derecho blaugrana y, por tanto, se perderá el próximo partido.

Las noticias empeoraron en el minuto 65 cuando el colegiado noruego mostró la tarjeta roja a Eric Abidal por un supuesto derribo a Anelka. Las imágenes de televisión demostraron que el lateral blaugrana ni siquiera llegó a tocar al delantero del Chelsea. Resumen, ni Alves, ni Abidal podrán jugar ante el Manchester United.

Pese a todo, la eliminatoria ante el Chelsea ha servido para confirmar un vez más que al Barça le queda el consuelo de que en Roma sí podrá estar, al igual que hace tres años en París, donde ya tuvo una actuación determinante, Víctor Valdés. Al igual que ocurrió en el encuentro de ida en el Camp Nou, el portero blaugrana fue decisivo con dos intervenciones a cara o cruz frente al marfileño Drogba. En el 22', Valdés le sacó con el pie una pelota providencial en la frontal del área, y en el 51', rechazó con la pierna un disparo a bocajarro del delantero del Chelsea.

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