El Barça es puro fútbol

A los de Hansi Flick les sobró medio partido para superar al Espanyol

Resumen, goles y highlights del FC Barcelona 3 - 1 RCD Espanyol de la jornada 12 de LaLiga EA Sports

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Lamine Yamal nació para jugar en el Barça, como Dani Olmo e incluso Lewandowski. De Pedri no hay ni que decirlo, como de Gavi, Fermín, Cubarsí y hasta Iñigo Martínez. Es normal que, de forma periódica, se acaben juntando todos los astros habidos, hechos y por haber para dotar al equipo que más ama al fútbol. El Barça es puro fútbol; el Barça, de hecho, es el fútbol. En el fondo, y parafraseando a aquel hombre, todo el mundo es del Barça, pero hay quien aún no lo sabe.

Si el fútbol es meter goles, ¿existe algún equipo cuyo espíritu sea más fiel a este deporte que el Barça? Todo lo que hace, todo lo que hizo y ha hecho es honrar el fútbol a lo largo de su historia. Honrar al gol, el objetivo último del deporte rey cuyo monarca, a veces con corona y otras veces sin ella, es el Barça. Por eso es el club más querido del planeta. El Barça es hoy una fiesta del fútbol tan grande que incluso su gente celebra los fuera de juego como si fueran goles.

El partido arrancó con la Grada d'Animació silenciosa para protestar ante la junta de Joan Laporta, luciendo una pancarta en la que podía leerse "Força Valencia". En todo Montjuïc se hizo el silencio durante un minuto antes del inicio del encuentro. Entre la afición más ruidosa del Estadi Olímpic duró hasta el minuto catorce, uno antes de lo previsto porque Dani Olmo aprovechó una asistencia 'made in 304' para abrir el marcador. ¡Qué sobradez!

Y es que el Barça arrancó dispuesto a echar bajo la alfombra verde las poquitas dudas que aún despierta este equipo a la hora de afrontar nuevos retos. El derbi ante el Espanyol también lo era y en el primer tiempo solo hubo un partido, el que disputó el Barça. Tras el 1-0 llegó el 2-0 de Raphinha, tras una asistencia 'made in Sant Pere de Vilamajor'. Y luego volvió a marcar Balde con otra asistencia, esta vez 'made in Sant Martí'. "Tot queda a casa", una enorme e indestructible edificación hecha de personas llamada La Masia.

El fuera de juego es un gol

Incluso los fueras de juego son ya celebrados como goles. Marcó Jofre y se llevó el escudo a los labios, recordando el gesto con la mano de Mbappé haciendo una especie de ola ortopédica. Cuanto daño hizo la no existencia del VAR al fútbol y qué bonito es ver ahora a Casadó celebrando lo bien que interpretan la última línea ordenada por Flick.

Dani Olmo y Casadó celebran uno de los goles del Barça

Dani Olmo y Casadó celebran uno de los goles del Barça / JAVI FERRÁNDIZ

El segundo tiempo amaneció exactamente como se había ido a dormir el primero, con el balón pegado en las botas de un futbolista cuya camiseta lucía blau y grana. Flick ordenó cambios y entraron Fermín y De Jong por Olmo y Casadó. Y llegó otro gol: esta vez en fuera de juego de Tejero (ya hemos dicho que aquí estas cosas se celebran). Y llegó la parada, también en el derbi, de Iñaki Peña, de quien el público coreó su nombre porque evitó el gol de Tejero.

Quizá tanta fiesta despistó algo al equipo, que permitió las llegadas del Espanyol con mayor asiduidad de lo normal. Otra internada por la izquierda acabó en un centro que remató Puado a gol. Lewanadowski respondió con un disparo lejano que Joan Garcia envió a córner. El polaco buscaba su gol para aumentar su ventaja al frente del Pichichi, pero los de Cornellà y El Prat se defendían bien, luchando por evitar una goleada mayor.

Parecieron sobrar veinte minutos y Flick dijo que, cuando faltaban seis, entrasen Gavi y Ansu Fati. Se marcharon Raphinha y Pedri. Durante todo el partido la presencia de La Masia sobre el césped fue hegemónica y una de sus combinaciones, entre Ansu Fati y Fermín, a punto estuvo de acabar en gol. El de Ansu acabó en la red, pero en fuera de juego. El Barça es puro fútbol y el partido acabó en un rondo gigante. Que pase el siguiente.