Barça-PSG: una 'guerra' que dura 7 años

Desde que Qatar Investment Authority, fondo soberano de inversión de Catar fundado en 2005, se convirtiera en el único accionista del PSG en 2012, el FC Barcelona y el equipo galo han mantenido varios episodios en los despachos y en los terrenos de juego. En los despachos siempre (salvo una ocasión) los ha ganado el PSG y, en los campos, el Barça se tomó el desquite con un hiriente 6-1 en 2017 que dio la vuelta a la derrota por 4-0 en un partido de Champions League.

Ahora, el último cara a cara entre estas dos entidades lo mantienen por la joven estrella de los Países Bajos, y capitán del Ajax, Matthijs de Ligt, por quien suspiran ambos. El Barça, conocedor de que no puede competir económicamente con el PSG, ha planteado a De Ligt un ambicioso proyecto deportivo para tratar de convencerlo. Además, lo tiene muy claro: o llega De Ligt o no llega nadie en el eje de la zaga.

Thiago Silva y Marquinhos

Los primeros encontronazos fueron por dos centrales: Thiago Silva en 2012 y Marquinhos, en 2014. El Barça, en la operación central, se fijó en los brasileños. Primero fue a por el capitán, pero siempre obtuvo un "no" como respuesta. Ni los 45 millones de euros doblegaron al PSG. Al final, el fichaje azulgrana fue Song.

Igual sucedió con el segundo, Marquinhos, pese a no disponer de muchos minutos cuando el equipo azulgrana quiso incorporarlo a sus filas. El Barça fue a por él cuando Carles Puyol colgó las botas, pero el PSG, en otro culebrón histórico, volvió a cerrar la puerta al traspaso. El Barça tuvo que activar un plan B y fichó a Vermaelen y Matthieu.

El histórico 6-1

En 2017 llegó el desquite deportivo. El Barça, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League, hizo sonrojar al PSG sacándolo de la competición después de ganar 4-0 el partido de ida, celebrado en el Parque de los Príncipes. El equipo de Luis Enrique, en una noche histórica, derrotó al PSG por 6-1 en un final completamente desatado.

Verratti

Ese mismo año, 2017, la 'guerra' volvió a los despachos y se la llevó, nuevamente, el PSG. Marco Verratti era entonces el objeto de deseo del Barça, pero el centrocampista francés, pese a estar muy cerca de fichar, acabó permaneciendo en el equipo francés. El Barça pensó en él como recambio de Xavi, que fichó por el Al-Sadd después de jugar en el primer equipo azulgrana desde 1998.

Neymar y di María

El conflicto entre ambos equipos llegó más lejos ese mismo año y en agosto 'explotó' la bomba: ¡Neymar! El PSG anunció el fichaje del brasileño después de abonar la cláusula del jugador, cifrada en 222 millones de euros. Fue el traspaso más caro de la historia, pero un torpedo en la línea de flotación azulgrana que dinamitó uno de los mejores tridentes del equipo: Messi, Luis Suárez y Neymar.

Poco después el Barça trató de tomarse el primer desquite en los despachos con el argentino Ángel Di María como plan B al frustrado fichaje de Coutinho, del Liverpool. Sin embargo, el PSG forzó la máquina y, pese a los deseos del jugador de aceptar la oferta azulgrana, pidió una cifra inasumible para la Junta Directiva presidida por Josep Maria Bartomeu: 60 millones de euros.

Rakitic y Rabiot

En 2018 el nombre que copó portadas fue el de Rakitic. El PSG se lanzó a por el jugador croata y puso sobre la mesa una oferta de 85 millones de euros. El centrocampista estuvo muy cerca de dejar el Camp Nou. Dudó ante el salto económico que podía dar, pero Valverde le cerró la puerta de salida y medió para que el Barça hiciera oídos sordos a la operación.

En el mercado de invierno de 2019 el objetivo azulgrana fue Adrien Rabiot, un centrocampista que terminaba contrato en junio. El hecho de que  no quisiera renovar con el PSG llevó al jugador al ostracismo y llegó a estar apartado del equipo. El PSG prefirió que se fuera libre este verano a cobrar un traspaso por él. Rabiot podría recalar próximamente en la Juventus o en el Manchester United.

De Jong

El internacional por los Países Bajos, Frenkie de Jong, también fue motivo de 'pelea' entre el FC Barcelona y el PSG. El equipo francés apretó, y mucho, económicamente, para que el jugador del Ajax aceptara su astronómica oferta, pero la rápida y decisiva intervención del presidente Bartomeu, que viajó a Amsterdam, cerró una compleja operación. El Barça acordó el pago de 75 millones más otros 11 en variables.