El Barça llega al descanso ganando tras dos goles de falta seguidos

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Barça y Celta llegan al descanso con el balón parado como protagonista. Lucas Olaza empató por el Celta en el minuto 42, y Leo Messi volvió a adelantar a los azulgranas en el tiempo añadido, justo la acción anterior de que el árbitro señalara la dirección a los vestuarios.

Messi, de hecho, fue el gran protagonista de la primera mitad, marcando dos goles y provocando la falta que el árbitro señaló y permitió al Celta empatar el partido.

Precisamente este empate llegó con polémica. Messi perdió un balón en el centro del campo de la mano de Pape Cheikh, y el argentino se sacrificó en tareas defensivas siguiendo al centrocampista hasta la frontal del área blaugrana. Al borde de la línea de los 16 metros, el delantero culé colocó el pie entre las piernas de Cheikh para arrebatarle el balón y, pese a que tocó el esférico y le robó el balón, el árbitro interpretó que había cometido falta y le mostró la cartulina amarilla.

En el lanzamiento, una buena técnica de distracción tomada a cabo entre Iago Aspas y Olaza, acabó siendo el uruguayo quien golpeó el balón y lo colocó en un punto imposible para Ter Stegen, que poco más pudo hacer.

A los pocos minutos, llegó otro gol que colocaba al Barça por delante. Messi, de nuevo, era el encargado de lanzar una falta múltiple que recibió Arthur. El especialista del equipo de Valverde no falló. Otra vez, Messi colocó el balón en la escuadra y sumó otro gol a balón parado, que ya sobrepasa la barrera de los 50 en toda su carrera.