El Barça 'jugó' el Metz-Sète en 1938

Josep Raich, Josep Escolà, Mario Cabanes y Domènec Balmanya la tarde del 27 de febrero de 1938, momentos antes del Metz-Sète del campeonato francés. Cuatro fenómenos del Barça lejos de Les Corts...

Josep Raich, Josep Escolà, Mario Cabanes y Domènec Balmanya la tarde del 27 de febrero de 1938, momentos antes del Metz-Sète del campeonato francés. Cuatro fenómenos del Barça lejos de Les Corts... / sport.es

David Salinas

David Salinas

La guerra civil española pasó como un devastador ciclón por el FC Barcelona. El conflicto bélico causó daños irreparables en la entidad azulgrana: desde un presidente fusilado por las tropas franquistas, Josep Suñol, hasta la desintegración de un prometedor equipo que apuntaba a altas cotas.

El martes 27 de febrero se cumplirán 80 años de la histórica e icónica imagen del Barça en el exilio. Hasta cuatro jugadores coincidieron en un mismo partido del campeonato francés: Raich, Escolà, Cabanes y Balmanya.

El duelo, enmarcado en la 20ª jornada de la Primera División de Francia, enfrentó al FC Metz ante el FC Sète. En las filas del equipo messin se alineó Cabanes y en las de los dauphins sétois Balmanya, Raich y Escolà. 

La excepcionalidad del momento hizo que los cuatro ases del FC Barcelona posaran juntos antes del partido para testimoniar lo insólito del caso. Esa fría tarde del 27 de febrero de 1938 nunca la olvidarían los cuatro mosqueteros. Fue la única ocasión en la que pudieron reunirse sobre el césped.

campeones

El partido finalizó 1-1, siendo Escolà el autor del 0-1 a los tres minutos. Müller, en el 62, nivelaría la contienda para el MetzBalmanya se alineó de mediocentro; Raich, de interior derecho y Escolà, de delantero centro. Cabanes, por su parte, evolucionó como extremo por banda izquierda.

En el caso de Escolà, que con el tiempo acuñaría un apodo ganado a pulso –el ‘catedrático del fútbol’–, fue su primer partido como ariete de salida. Una semana atrás, ante el Valenciennes (3-0), firmó un doblete jugando en esta posición que ocupó a los diez minutos del inicio por sufrir el titular Désiré Koranyi una fractura de nariz.

El delantero centro húngaro, nacionalizado francés, fue trasladado de urgencia al hospital. Escolà, que había empezado como interior derecho, pasó a ocupar la punta del ataque de los delfines y firmó los dos primeros goles. De todas formas, tras el regreso de Koranyi, el 20 de marzo, el fenómeno de Sants se alineó como volante izquierdo.

El Sète acabó la temporada en tercera  posición con 41 puntos, tres por debajo del campeón, el Sochaux (44) y a uno del subcampeón, el Marsella (42). El Metz de Cabanes fue undécimo (27). En la temporada siguiente, 1938-39, el Sète se sacó la espina y se coronó campeón de Francia con Escolà Balmanya, pero sin Raich.

Los occitanos, tras dura lucha con el Olympique de Marsella, cantaron el alirón en mayo de 1939 después de imponerse 5-0 al RC París. “La vie est belle, a Sète, lorsque les 'Dauphins’ sont champions de France”, tituló L’Auto. Fue el segundo y último título para la entidad ‘sétois’.

de vuelta a casa

Tres de los cuatro exiliados volverían a la disciplina azulgrana: Escolà y Raich la temporada 1940-41 y Balmanya la 1941-42, aunque no sin antes ‘depurar’ su afrenta al nuevo régimen (sublevado en armas) con un año de suspensión por haber jugado lejos de las fronteras patrias.

Cabanes, que en sus inicios en el fútbol galo jugó con un nombre falso para no ser reconocido, seguiría su carrera en el Algeciras, Balompédica Linense, Oviedo y Sabadell. Especialista en medicina deportiva, formó parte de los servicios médicos del Espanyol durante 34 años y 15 de la Federación Española de Tenis. 

Escolà, Raich y Balmanya regresaron a Les Corts y, juntos, se proclamaron campeones de Copa 1941-42 y ayudaron al FC Barcelona a permanecer en la máxima categoría después de ganar una promoción contra el Murcia.

Los tres dejaron profunda huella en la afición azulgrana de la época, una afición que no pudo gozarlos en sus mejores años. Los tres, por lo que representaron en esos tiempos de represión y plomo, hubieran merecido entrar en la historia con rango de figura.

Nos consta que se trabaja en una biografía del ‘catedrático del fútbol’ para reparar el doloroso e injusto olvido del maestro Escolà. El tributo a Raich lo firmó en 2013 Oriol Bernis con la emotiva obra ‘Driblant la nit’Balmanya seguirá aguardando su merecido reconocimiento.