El Barça se la juega a todo o nada con Dembélé en la recámara

El Barça se ejercita por última vez antes del Lyon

 Los de Valverde entrenaron en la víspera del partido que decidirá si sigue viva o no el sueño del triplete / Efe

German Bona

German Bona

Real Madrid, París Saint-Germain, Roma y Atlético. Todos ellos tienen algo en común: partían como claros favoritos tras imponerse en la ida de los octavos y quedaron eliminados y muy tocados. En las manos del Barça está no unirse esta noche a este 'selecto' grupo perdedor y en su caso, cumplir con los pronósticos.

La ventaja, que el cero de la ida le hace ser muy prudente y no fiarse. Y es que cualquier empate con goles favorecería al Olympique Lyonnais, un lobo con piel de cordero que quiere asaltar el Camp Nou y para ello contará con su máxima figura. No jugó la ida por sanción. Ojito a Nabil Fekir.

Ousmane Dembélé ha sido el nombre en boca de todos en toda la previa. Desde que tras el partido ante el Rayo Vallecano, en el que jugó los últimos minutos, el Barça lanzó un comunicado informando que sufría una pequeña elongación en el bíceps femoral de la pierna izquierda, el pánico se ha apoderado del barcelonismo. Y es que siendo sinceros, y a menos que el brasileño lo desmienta esta noche, no es lo mismo hoy por hoy jugar con un 'Mosquito' dispuesto a picar que un Coutinho encerrado en su indolencia.

De todos modos, no parece que Ousmane vaya a ser de la partida pese a haber dado ya un primer paso importante y entrar en la convocatoria. Eso sí, de 20 futbolistas, por lo que el 'Txingurri' deberá descartar a dos. Seguramente, a Jeison Murillo y Kevin Prince Boateng, que han entrado en la lista porque el técnico no quiere mostrar sus cartas y ha citado a todos los disponibles. Solo se han quedado fuera los lesionados Vermaelen y Rafinha y un Todibo que no está inscrito para la máxima competición continental.

El posible once

Valverde no quiere dar pistas y es que nos encontramos ante un partido peligrosísimo. Desde el mismo sorteo y acentuado con el resultado del Parc OL, un partido en el que el Barça puso las ocasiones, pero se quedó sin marcar. Esta noche necesitará hacerlo sí o sí. Se prevé muy poca especulación hoy en el coliseo azulgrana.

Así que, con Dembélé en la recámara, se espera el mejor once posible, el de gala porque la cita lo requiere. No hay dudas en la portería con Ter Stegen, pero las variantes empiezan ya desde la línea defensiva. Lenglet está más en forma que Umtiti en el eje y no parece que las enormes ganas de medirse a su exequipo influyan en el pensamiento del técnico.

Sergi Roberto solo dejaría el lateral para subir a la media, lo que incluso podría propiciar un cambio de sistema y jugar con dos puntas y la medular reforzada con un cuarto hombre. Lo más normal, no obstante, es mantener el clásico 4-3-3, con Busquets, Rakitic y Arthur en la sala de máquinas y con la duda de quién ocupará arriba el flanco izquierdo y acompañará a los indiscutibles Messi y Luis Suárez. Coutinho es quien tiene más números, pero ojo no se active la ‘carta Malcom’. El brasileño es lo más parecido a lo que propone Dembélé y el Barça necesitará abrir mucho el campo. 

A seguir la racha de octavos

La historia dice que el Barça es infalible en los octavos de final cuando, como es el caso, juega la vuelta en el Camp Nou. Por ahí todo debería estar tranquilo, pero la eliminatoria se está llenando este año de sorpresas, muchos favoritos se han quedado por el camino y la precaución debe ser máxima ante un equipo que en la Liga regular no perdió ni un solo partido y le empató los dos choques al Manchester City, en Lyon y en el Etihad. Y el Barça ya ha probado esta medicina.

El OL de Bruno Génésio, además, avisa que saldrá desenfado a por el gol. Atacan muy bien, pero en defensa sufren. El Barça no lo aprovechó, por increíble que pareció, en la ida. Ahora no puede fallar. Los cuartos esperan.