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FC BARCELONA

Un Barça irreconocible y humillado cede el liderato ante un estelar Sevilla

Irregular y falto de respuesta, el equipo de Flick no dio la talla en el Sánchez Pizjuán ante un Sevilla acertado y con las ideas claras

El Sevilla golea al Barça en el Sánchez Pizjuán

El Sevilla golea al Barça en el Sánchez Pizjuán / SPORT

Carlos Monfort

Carlos Monfort

El partido no pudo arrancar peor para un Barça que saltó dormido al césped del Sánchez Pizjuán. A los 15 minutos ya iba por detrás tras un más que discutible penalti de Ronald Araújo sobre un atacante sevillista, transformado por Alexis. Para entonces, Gerard Martín ya estaba apercibido por cortar un contraataque del Sevilla. Sin ideas ni posesión, el conjunto azulgrana era incapaz de levantarse ante un rival lanzado y espoleado por su afición.

No fue, ni mucho menos, el inicio más prometedor para el equipo de Hansi Flick, que introdujo varios ajustes para activar a los suyos. Antes del minuto 20, movió el tablero y colocó a Marcus Rashford en la izquierda y a Ferran Torres en la derecha. Pese a ese retoque, el Barça siguió espeso y superado por el empuje andaluz.

Inicio arrollador de un eléctro Sevilla

El Sevilla, además, gozó de ocasiones claras para el 0-2. Carmona e Isaac avisaron, y la más clara la tuvo Isaac en el 27, desbaratada por una gran intervención del Sczezny. Un minuto después, el chileno obligó a otra parada de mérito, esta vez a contrapié. En el 34, Isaac se plantó solo ante el portero pero su poco acierto ayudó al Barça. Sin lugar a dudas, de haber afinado la puntería, el delantero se hubiera ido al descanso con un hat-trick. Pero alguna de ellas tenía que entrar y, con un Sevilla muy compacto y unido en la presión, llegó el segundo gol en un contraataque perfecto conducido por Vargas y definición de Isaac Romero.

En el añadido del primer tiempo, el Sevilla estuvo a punto de sentenciar el encuentro anotando un tercer gol que hubiera sido mortal para el equipo de Flick. Pero el fútbol es así. Y cuando parecía que un Barça gris y sin ideas se iba a los vestuarios sin respuesta, Rashford apareció de la nada y, con un remate magnífico a centro de Pedri, recortó distancias para mantener viva la esperanza.

Reacción insuficiente

En el descanso, Flick tocó rápido la pizarra en el descanso mandando a Balde y Eric Garcia a ejercitarse. Las modificaciones surgieron efecto en el partido y el Barça se mostró más serio y equilibrado aunque el Sevilla siguió gozando de ocasiones. No fue hasta el minuto 70 cuando el Barça empezó a asediar en busca del empate.

Adnan Januzaj, que recién ingresaba en el terreno de juego, cometió un penalti sobre Alejandro Balde que Lewandowski erró. El polaco tuvo en sus manos el empate y desaprovechó un gol claro que pudo haber dado al Barça la esperanza para lanzarse al ataque en busca de unos tres puntos que dejaban al equipo de Flick líder. Sin embargo, el error dió fuerza a un conjunto sevillista que se creció y siguió luchando.

Superados y abatidos

En el 81, Roony Bardghji tuvo la ocasión más clara: el sueco se plantó solo ante la portería de Odysseas y, en lugar de cruzar el disparo, acabó rematando incomprensiblemente a las manos del guardameta sevillista. En los últimos compases del partido, ambos equipos generaron ocasiones serias y un Barça a la desesperada se dedicó a colgar balones al área sin éxito para conectar con su delantera.

Akor Adams, en el 87, marcó el que habría sido el tercer gol del Sevilla, pero fue anulado por fuera de juego tras quedar el nigeriano adelantado. Cuando un equipo juega bien, recoge lo que siembra. En el 90, José Ángel Carmona anotó el tercer gol del Sevilla con un derechazo inapelable para Szczesny. Cuando el partido parecía terminado y con desastre azulgrana, Akor Adams, en un contragolpe espectacular, anotó el 4-1 en el marcador para dejar completamente debastado a un Barça inexistente.

Así pues, el Barça cayó humillado en el Sánchez Pizjuán en uno de los peores arranques de la era Flick. El equipo perdió la precisión que lo caracteriza y no se mostró firme en ningún momento, pese a disponer de dos ocasiones claras —en las botas de Lewandowski y Bardghji— para haber sellado el empate en uno de los campos más complicados de LaLiga. Tras la derrota ante el Paris Saint Germain, el conjunto azulgrana encadena la segunda derrota consecutiva antes de un parón de selecciones más que necesario para reconducir la situación.