El Barça ya ganó una final de Copa en Sevilla

Así será el trofeo de la Copa del Rey que dispuatarán Barça y Valencia

Así será el trofeo de la Copa del Rey que dispuatarán Barça y Valencia / RFEF

David Salinas

David Salinas

El FC Barcelona jugará el próximo sábado la segunda final de Copa en Sevilla. Y lo hará 94 años después de disputar la primera, que ganó contra el Arenas de Getxo (2-0) el domingo 10 de mayo de 1925. Los héroes de aquella final fueron los autores de los goles, Josep Samitier (todavía el máximo goleador del Barça en el torneo del KO con 64 goles) y Agustí Sancho (un medio centro procedente del Sants, albañil de profesión, que dejó huella por su capacidad de lucha y entrega), pero también el meta húngaro Ferenc Plattkó, que detuvo un penalti.

Fue la segunda visita del equipo azulgrana a Sevilla para jugar un partido de Copa. El primer desplazamiento había tenido lugar tres años antes, en marzo de 1922, para afrontar la ida de los cuartos de final contra el Sevilla (0-1). Este partido ha pasado a la historia por el penalti que Ricardo Zamora detuvo a Spencer a diez minutos para el final que hubiera supuesto el empate a uno.

La publicación ‘Stadium’ relató así la jugada cumbre: “Se disponía Spencer a lanzar el patadón que había de dar el empate a los sevillanos, mas Zamora, sin inmutarse, dirigiéndose a Quinqué Armet, le dijo: “¡Cinco duros a que no lo entras!”. Sonó el silbato, chutó Quinqué y la pelota fue fuera. Así, por una genialidad de Zamora, nos libramos del empate. ¡Es mucho hombre! ¡Hasta psicólogo!”.

Superioridad

La segunda visita copera del Barça a Sevilla fue para jugar la final de 1925, que daría al equipo catalán su sexto título del KO. El equipo azulgrana llegó a la última cita después de superar una primera fase disputada en forma de liguilla (ante el Valencia CF y el RSA Stadium de Zaragoza) y las semifinales (contra el Atlético de Madrid, necesitando un partido de desempate).

El partido se disputó en el estadio Reina Victoria ante 4.440 espectadores, que por vez primera acogió la final de Copa. El duelo dio inicio a las 16.45 horas y fue dirigido el andaluz Tomás Balaguer García y el Arenas cambió sus colores habituales por el blanco, un regalo del Sevilla. 

El Barça, capitaneado por Conyers ‘Ralph’ Kirby desde la banda, que había asumido el cargo en diciembre de 1924 sustituyendo a Jesza Pozsonyi, llevó al equipo a una trabajada victoria contra el Arenas de Getxo, forjada en la primera media hora de partido. El Barça, cuentan las crónicas, salió con mayor decisión y ambición, acusando el Arenas el regreso forzado de Yermo, que se alineó en lugar de Lorences, que no pudo viajar al fallecer su hermana.

Los tantos fueron obra de Samitier tras un potente zapatazo a los 9 minutos de juego, después de recibir de Alcántara, y Sancho, a los 34, de otro potente obús desde fuera del área tras una asistencia de Sagi.

A partir de ahí, el ‘león norteño’ despertó y puso cerco al marco azulgrana, pero tanto en el tiempo que restaba para el descanso como en la segunda parte, no pudo con la zaga del Barça, liderada por un Plattkó que lo detuvo absolutamente todo, incluso un penalti a Urresti y el posterior segundo remate. 

A medida que fue avanzando el partido, el Barça fue metiéndose en su campo y acabó jugando con tres defensas, incorporándose Piera a labores de cierre, y cuatro centrocampistas, sumándose Samitier a la medular.

El Barça jugó con Plattkó; Planas, Walter; Torralba, Sancho, Carulla; Piera, Arnau, Samitier (capitán), Alcántara y Sagi. El Arenas alineó a Jáuregui; Vallana, Careaga; Urresti, Laña, José María Peña (capitán); Rivero, Mateo, Yermo, Sesúmaga y Robus.

Con esta victoria el FC Barcelona saldó una vieja cuenta con el Arenas. El equipo azulgrana había sido barrido en la final de Copa de 1919 por el equipo aranero en la prórroga (5-2) y se tomó el desquite seis años después. La venganza fue especialmente dulce para TorralbaSancho Alcántara, los tres únicos supervivientes de aquella maldita final celebrada en Madrid.

Héroes

Tras el partido, la Federación Española obsequió a los finalistas con una cena en la Venta Real de Antequera. Fue el aperitivo de lo que aguardaba al equipo a su llegada a Catalunya, donde fue recibido con todos los honores.

La expedición del Barça regresó en el mismo convoy que la del Júpiter, que se había proclamado campeón de Copa (grupo B) en Valencia al derrotar al Athletic de Gijón (4-1). Las aficiones de ambos equipos recibieron a los héroes en el apeadero del Passeig de Gràcia con una particular versión de la popular tonada del juego infantil ‘Escarabat bum-bum’: “¡¡Escarabat bum-bum, dos a cero, dos a cero; Escarabat bum-bum, dos a cero i quatre a un!!”.

Los jugadores fueron solicitados y aplaudidos cuando salieron al balón del Ayuntamiento, siendo Plattkó uno de los más aclamados. La celebración de esa conquista pasó a la historia por ser la más multitudinaria hasta ese momento.