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El Barça de Flick 'castiga' al estilo del de Luis Enrique

Los números confirman que el conjunto azulgrana ha sacrificado elaboración para ganar verticalidad y profundidad

Real Madrid - FC Barcelona | El gol de Lamine Yamal

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Cuando en primavera empezó a sonar fuerte el nombre de Hansi Flick como candidato al banquillo del Barça, quienes ya le conocían en profundidad se apresuraron a matizar las descripciones que cirulaban respecto al libro de estilo del teutón. "A Flick le gusta el juego ofensivo pero ni mucho menos renuncia a las transiciones", explicaban a la vez que recordaban que el suyo era un Bayern eléctrico y vertical. Tras los primeros 14 partidos de la temporada, los números confirman que el Barça de Flick se asemeja más al de Luis Enrique que al de Xavi Hernández, Rijkaard o Guardiola, al menos respecto a la fase ofensiva.

En 11 jornadas de Liga y otras tres de Champions, los azulgranas han logrado un total de 47 dianas. Es decir, una media de 3,35 tantos por envite. De esos 47 goles, más de la mitad (26, es decir, un 55%) fueron de fabricación rápida. ¿Qué significa eso? Que dichos goles llegaron o bien en un contragolpe o bien a través de una elaboración vertical y directa.

Hasta 16 (34%) de los tantos del elenco azulgrana este curso fueron fruto de un contragolpe. El equipo catalán presiona muy arriba y eso le está permitiendo robar alto. Por consiguiente, está consiguiendo apuñalar a defensas deasjustadas y desordenadas.

Otros 10 goles (21%) llegaron no en forma de contraataque pero sí de fabricación directa, rápida y vertical. En siete ocasiones, el equipo de Flick vio portería tras dar como máximo dos pases en campo rival. De hecho, en el Clásico Raphinha anotó el 0-4 sin completar ni un solo pase en campo rival, ya que el pase de Íñigo al espacio partía desde campo propio. Las tres dianas que faltan responden a tres balones verticales a la espalda de la zaga rival desde prácticamente el círculo central. Y es que Hansi insiste a sus jugadores de la importancia de desmarcarse constantemente en profundidad.

Un 75% de goles sin elaboración 'a fuego lento'

Los últimos partidos ante Bayern y Real Madrid han acentuado todavía más dicha tendencia. Ante los bávaros, los tres goles de Raphinha fueron transiciones de contragolpe. En el Clásico, el 0-1 de Lewandowski fue una acción muy vertical con un solo pase en campo rival (de Casadó), mientras que el 0-3 fue una transición y el 0-4 de Raphinha otro balón largo al espacio, en este caso de Íñigo a Raphinha.

Hay que tener en cuenta que hasta 9 goles del Barça se originaron a partir del balón parado. Eso supone un 19%, que unido al 55% mencionado hace que hasta el 74% -tres de cada cuatro- de los tantos del elenco de Flick no se hayan producido como consecuencia del juego en estático.

Con la 'MSN' como espejo

Dichos números confirman que el equipo catalán se asemeja más al Barça de Luis Enrique, que en su día destruyó a Europa a partir de la electricidad y calidad del tridente Messi, Suárez y Neymar. El curso anterior, preguntado por quién representa mejor el famoso 'estilo Barça', si él o Xavi, el asturiano fue contundente. "Sin ninguna duda, yo", respondió. Por lo que muestran los datos, Flick está más alineado con ese Barça vertical y directo que con otros Barças más pendientes de someter al rival a base de paciencia con el cuero y posesiones largas y más horizontales.