Un Barça de dos velocidades

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Volvió Messi y el Barça perdió. No es la mejor manera de dar la bienvenida, de nuevo, al mejor futbolista del mundo. Corre la teoría de que su regreso destensó al equipo, que volvió a colgarse de él después de cinco partidos ausente. Leo no falló, pero no todo puede hacerlo solo. El Barça naufragó ante un Betis muy superior cuyo técnico, Quique Setién, se impuso con claridad a su colega blaugrana, Ernesto Valverde. Pero tampoco los futbolistas supieron leer el encuentro desde el césped, que es donde se juegan los partidos una vez analizados en la pizarra. Fallaron todos y no es la primera vez que pasa... en LaLiga, donde se han perdido ya ocho puntos en doce jornadas.

La Champions es otra cosa. Cada vez que la competición europea asoma la cabeza es como si al equipo se le erizara el vello y su himno conectase algún extraño resorte interno que convierte a los blaugrana en una máquina de matar (futbolísticamente, se entiende). Los datos confirman esta tendencia cada día con mayor crueldad. Porque en el torneo de la regularidad se encajan goles con demasiada facilidad, mucha más de lo que ocurre jugando por el continente. No son solo los cuatro recibidos ante el Betis, sino de un sistema defensivo que naufraga. Ter Stegen solo ha acabado imbatido dos partidos, los jugados en las dos primeras jornadas antes Alavés (3-0) y Valladolid (0-1). A partir de ahí, una sangría con dieciocho tantos encajados en las diez jornadas siguientes, lo que da una media de 1,8 por encuentro si restamos esos dos primeros partidos.

números que cantan

Pero no solo se trata de números tan evidentes como esos. Es algo global, más profundo, como indica que el Barça dispare a puerta 21 veces por partido en la Champions, mientras que la cifra se reduzca a 14,41 en LaLiga. O incluso, aunque suene paradójico, que los de Valverde recuperen muchos más balones ante rivales como Betis o Athletic que ante Tottenham o PSV. En concreto, el Barça recupera 59,41 posesiones por partido en LaLiga, mientras que en Europa lo hace en 42,5 ocasiones por encuentro, lo que demuestra que tiene más tiempo el balón en la Champions que en el campeonato de la regularidad. De ahí que la media de posesión en Europa sea del 62%, mientras que en el torneo doméstico se quede en un 58,4%.

pendientes del rival

Los pases recibidos, las faltas cometidas o los kilómetros recorridos son también indicadores que ponen en evidencia que el equipo que dirige Ernesto Valverde está más motivado viajando por el continente que quedándose en casa. Y seguramente la clave de todo, mucho más allá de los análisis tácticos y los dibujos preconcebidos, está ahí, en la mentalidad con la que saltan al césped los futbolistas, que es muy diferente sea una u otra competición. En definitiva, sean unos u otros los rivales. La prueba definitiva es que, cuando ha llegado el Real Madrid al Camp Nou (en LaLiga) se ha llevado cinco (5-1), uno menos de los que se llevó el Sevilla (4-2), hoy segundo clasificado. Cuando quieren, pueden. Aunque, eso sí, a nivel defensivo el Barça debería hacer una reflexión profunda porque lo que en la fase de grupos no se paga, en las eliminatorias europeas puede costar muy caro.