El Barça se diluye en Balaídos

El Barça se deja dos puntos en un buen partido en Vigo

El Barça se dejó dos puntos en Vigo: cuando parecía tener el partido encarrilado, después de un doblete de Luis Suárez, el Celta se le subió a las barbas y le dejó frustrado, resignado a depender nuevamente de un tropiezo del Madrid para mantener vivo el pulso por la Liga. 

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LaLiga Santander

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Alineaciones
Real Club Celta
Rubén, Kevin, Aidoo, Jorge Saénz, Araujo (Murillo, 72'), Jacobo (Santi Mina, 80'), Okay (Rafinha, 59'), Brais Méndez (Bradaric, 59') Denis Suárez, Iago Aspas y Smolov (Nolito, 59')
FC Barcelona
Ter Stegen, Semedo, Piqué, Umtiti, Jordi Alba (Junior, 80'), Rakitic, Arturo Vidal, Riqui Puig (Arthur, 85'), Messi (c), Ansu Fati (Braithwaite, 67') y Suárez (Griezmann, 80')

Todo lo apuntado por el Barça en la primera parte se quedó en nada en la segunda: el buen juego, el dominio y la ambición duraron 45 minutos. El empate deja al Barça muy tocado. Es un equipo frustrado, que apunta mejorías al mismo ritmo que se deja puntos por el camino. 

Setién cumplió su promesa y apostó decididamente por los jóvenes. Con Ansu Fati y Riqui Puig en el once inicial, el Barça se mostró más ambicioso en Balaídos durante los primeros minutos. Prometía ser un equipo más dinámico, más alegre y con las ideas más claras. Supo jugar al pie y al espacio y sacó petróleo de las acciones a balón parado, tradicionalmente secundarias en el ideario azulgrana. 

En el arranque, el Barça se adueñó de la posesión. Quedó claro quién gobernaría el partido. Al Celta no le pareció mal del todo, empeñado en resguardarse para aprovechar la velocidad a la contra de Aspas, Smolov y Brais.

El Barça golpeó pronto: a los cinco minutos, Piqué remató al travesaño un córner botado por Messi al primer palo. Daba la sensación de que los jugadores se Setién habían estudiado especialmente la estrategia, porque cada saque de esquina o falta lateral acababa convertida en ocasión de gol. 

Con el Barça dueño absoluto de la pelota, Messi no tardó en erigirse como el señor del partido. Se movió por todo el frente de ataque, mirando a izquierda y derecha, combinando con delanteros y volantes, hambriento y empeñado en solucionar cuanto antes el partido. 

un gol nacido en la chistera de messi

Ya al cuarto de hora se inventó una excelente asistencia con el exterior del pie que Semedo no pudo aprovechar. Poco después, Messi se preparó para ejecutar una falta desde la frontal del área. Imposible imaginar que en lugar de chutar, buscaría la cabeza de Suárez, completamente solo: el uruguayo remató a placer el 0-1 para el Barça. La sorpresa como estrategia. Suárez llevaba más de cinco meses sin marcar con el Barça, pandemia mediante. 

El gol, curiosamete, espoleó al Celta, que reaccionó con rabia: empezó a acercarse con peligro al área de Ter Stegen y a punto estuvo de igualar, en un remate cruzado de Brais que el portero azulgrana desvió con el hombro izquierdo. Tuvo otra ocasión Smolov, abroncado por su compañero Aspas por no haber visto su desmarque. 

riqui puig a la batuta

El Barça mantuvo la calma pese al estirón del Celta y recuperó el control del partido: con Riqui Puig ejerciendo el rol que en su día estuvo reservado a Arthur -el brasileño ya está a un paso de la Juventus-, el Barça jugó con fluidez y jerarquía. Alba y Semedo ensancharon el campo y el equipo de Setién acumuló ocasiones.

Messi rozó el gol con un disparo desde la frontal y Ansu Fati también estuvo a punto de embocar antes de ser taponado por un rival. El Barça volvía a vivir en campo rival, recuperando la posesión con rapidez y ahogando a su rival.

El Celta pudo tomar aire poco antes del descanso, pero Aspas y Smolov desperdiciaron un contragolpe muy claro: fue el gallego quien obvió al ruso, que la pedía desesperado para enfocar a Ter Stegen en solitario. 

iguala el celta

En la reanudación, el Celta igualó el partido. Lo hizo a la contra, después de un pase muy bien filtrado por Aspas a la espalda de Piqué. Lo recogió Okay, que simplemente tuvo que aguantar la llegada de Smolov, que remató a placer en boca de gol. Ter Stegen encajó el primer gol desde la reanudación del campeonato.

Se abrió el partido, gracias en buena medida a las dudas del Barça en defensa, sobre todo de Umtiti, demasiado irregular a medida que caían los minutos. Movió piezas Òscar Garcia, que oxigenó al Celta con la entrada de Rafinha, Nolito y Bradaric. El Celta ganó confianza y el Barça, nerviosismo. 

suárez, capítulo dos

Demasiado cerca del abismo, el Barça respiró gracias a un ejercicio de fe de Luis Suárez: infatigable, el uruguayo peleó un balón en la frontal, acompañado de Semedo y de Messi, y aprovechó el pase del argentino para revolverse en el área, girarse a tiempo y cruzar un balón imposible para el meta del Celta. Lo celebró a lo grande porque a estas alturas cada gol puede valer una Liga. 

El Barça no supo mantener el resultado. Nolito ya estuvo a punto de igualar, con un remate ajustado al palo de Ter Stegen, bien repelido por el alemán.

Iago ejecuta al final

Braithwaite entró por Ansu y poco después, Griezmann suplió a Suárez. También entró Arthur a última hora, en un intento de Setién de retener el balón, pero el Celta se lanzó a por el empate. Lo mereció y lo obtuvo al final, con una falta desde el borde del área bien ejecutada por Iago Aspas.

Al Barça le quedaron cinco minutos para intentar una machada, pero no le alcanzó:la frustración se apoderó del equipo, que incluso estuvo a punto de salir derrotado de Vigo, en un remate franco de Nolito que Ter Stegen salvó de milagro.

No hay manera de que el Barça redondee un partido: es un equipo de dos caras, incapaz de convencer y de tener continuidad, resignado a depender del Madrid para mantener sus opciones en la Liga.