El Barça no dependía de si mismo desde 2020

A tan solo dos puntitos puede colocarse el FC Barcelona del liderato. Algo inimaginable, impensable hace unas semanas. El pinchazo del Atlético de Madrid en el Sánchez Pizjuán contra el Sevilla deja aún más abierta una Liga a la que le esperan unas últimas nueve jornadas de auténtico infarto. Todo pasa, obviamente, por que el equipo de Koeman no falle ante el Real Valladolid en el Camp Nou en un choque que ha adquirido una trascendencia tremenda.

Lejos han quedado aquellas declaraciones del técnico neerlandés dando prácticamente por perdido el título doméstico. De hecho, podemos ponerle fecha. El pasado 29 de diciembre, después del empate en casa ante el Eibar, el Barça se quedaba a 11 puntos de un Atlético que llevaba velocidad de crucero y que no concedía nada a sus rivales. Poco más de tres meses después, la situación ha dado un vuelco tremendo y el conjunto azulgrana tiene a tiro de piedra a un cuadro dirigido por el 'Cholo' Simeone que pasa un momento delicadísimo. Hay que ser prudentes, sí, pero la fiabilidad del cuadro de Koeman, junto con una racha brutal (11 victorias y un empate desde aquel tropiezo ante el Eibar), hacen que el sueño lejano se haya convertido en un objetivo tan palpable como real.

Hacía meses que el equipo barcelonista no dependía de si mismo para campeonar en Liga. Cabe recalcar que ha mantenido distancias de más de 10 puntos con el liderato y que estas nunca han bajado de los cuatro puntos. Ahora mismo podemos decir alto y claro que si el Barça gana todos los compromisos que le quedan será campeón. Cierto es que por medio hay un clásico y un enfrentamiento directo con el Atlético en el Camp Nou. Pero si algo ha demostrado hasta ahora el equipo catalán es que tiene un orgullo y un amor propio que le hacen capaz de todo. Abróchense los cinturones.