El Barça, a cerrar las últimas heridas jugando en campo neutral

Últimamente no se le ha dado nada bien al conjunto azulgrana jugar en feudo neutral, donde ha cosechado tres derrotas consecutivas en otras tantas competiciones: Copa, Supercopa de España y Champions League. El reto del conjunto de Ronald Koeman en Córdoba es regresar a la senda de la victoria jugando en esta condición, tal y como hizo la última vez que jugó en campo neutral y saboreó las mieles del triunfo al ganar la Supercopa de España al Sevilla en Tánger el 12 de agosto de 2018. En aquella ocasión el torneo, a diferencia de ahora, se jugó a partido único.

Sin embargo, desde entonces, el Barça ha pinchado en los tres partidos en los que ha jugado en campo neutral. Perdió la final de la Copa contra el Valencia (1-2) en el Benito Villamarín de Sevilla, perdió también contra el Atlético de Madrid (2-3) la semifinal de la Supercopa de España en Jeddah y perdió, igualmente, los cuartos de final de la Champions League en Lisboa contra el Bayern Múnich (2-8), a partido único.

El primer KO fue doloroso porque, después de un pésimo primer tiempo, en el que el Valencia dominó 0-2 con goles de Gameiro y Rodrigo, el Barça estuvo cerca de igualar en el segundo. Messi abrió la puerta de la esperanza en el minuto 73 y pudo empatar de cabeza en el 84. Al capitán le quedó el consuelo de superar a Zarra en goles anotados en finales de la competición del KO.

Las otras derrotas

La segunda derrota tuvo consecuencias: el cese de Ernesto Valverde. El Barça, que empezó perdiendo, dio la vuelta al marcador y, con goles Messi y Griezmann, tuvo al Atlético contra las cuerdas en Arabia Saudita, en la semifinal de la Supercopa de España. Sin embargo, sufrió una pájara en la recta final y Morata (minuto 81) y Correa (minuto 86) dejaron al Barça sin final. El Barça se dejó remontar, pero lo cierto es que el VAR fue protagonista al no entrar en un penalti a Arturo Vidal y en otro a Umtiti.

Sin embargo, la última derrota fue la que hizo más daño. El equipo, ya en manos de Quique Setién, sufrió un histórico varapalo en el estadio Da Luz de Lisboa al ser barrido por el Bayern Múnich: 2-8. El FC Barcelona se hundió y especialmente hiriente fue la recta final del partido, en la que el equipo azulgrana recibió tres goles en siete minutos, los dos últimos obra del brasileño Coutinho, que jugaba en el equipo bávaro en calidad de cedido por el Barça.