El Barça carbura y Griezmann despunta

El Barça se impone cómodamente a un inoperante Osasuna

Javier Giraldo

Javier Giraldo

El Barça despachó con solvencia la visita de Osasuna al Camp Nou. Fluyó el equipo de Koeman, especialmente ofensivo, con una alineación atrevida del técnico neerlandés, funcionaron bien los delanteros y como epílogo del partido, Messi pudo alzó los brazos al cielo para acordarse de Maradona con una camiseta de Newell's, el equipo rosarino en que el 'Pelusa' jugó al final de su carrera.

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LaLiga

4
0
Alineaciones
FC Barcelona
Ter Stegen, Dest (Junior, min. 60), Mingueza, Lenglet (Aleñá, min. 66), Jordi Alba, Pedri (Busquets, min. 45), De Jong, Coutinho (Dembélé, min. 60), Messi, Griezmann y Braithwaite (Trincao, min. 60)
Osasuna
Sergio Herrera, Roncaglia, Unai García, Raúl Navas, Iñigo Pérez (Roberto Torres, min. 63), Nacho Vidal, Oier (Darko, min. 63), Moncayola, Jony (Juan Cruz, min. 22), Rubén García (Kike Barja, min. 72) y Budimir (Enric Gallego, min. 72).

Solo la lesión de Lenglet empañó el partido del Barça, que se reivindicó después de su amarga derrota en el Wanda. Todo el equipo carburó, con Pedri como sorprendente doble pivote, pero destacó por encima de todos Griezmann, en uno de sus mejores partidos como jugador del Barça. 

El Barça arrancó impreciso: le costó adaptarse al dibujo de Koeman, con Pedri en el doble pivote y Braithwaite por delante de Griezmann, y atacar el bloque de Arrasate, bien plantado en el césped con cinco defensas. 

Pero poco a poco, el Barça supo tomarle el pulso al partido, ayudado especialmente por los excelentes movimientos de Griezmann. Fue el mejor en la lectura del partido. Supo buscar la espalda de los centrales y tirar desmarques, casi todos en diagonal, que Messi supo interpretar desde su posición.

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Fue el camino que eligió el Barça para empezar a filtrarse en la muralla osasunista. Funcionó bien. A los diez minutos, Griezmann recogió una diagonal de Messi -extraordinaria la visión del argentino- para dejar a Coutinho solo ante la meta de Sergio Herrera. Pero el brasileño acababa de afinar la puntería. Unai García rechazó su disparo, que parecía gol cantado. 

Con una alineación tan ofensiva, el Barça supo jugar en campo contrario y someter a Osasuna, que solo inquietó a Ter Stegen de manera muy puntual.

Griezmann estuvo especialmente cómodo en la media punta. Participó en casi todas las acciones de ataque (remató cruzado un buen pase de Coutinho al cuarto de hora de partido) aunque curiosamente no intervino en el primer gol del partido.

No fue precisamente el gol más bonito de la historia del Barça pero sirvió para constatar la importancia de tener un 'nueve': Jordi Alba apuró línea de fondo y dejó a Coutinho en posición de remate franco, pero al brasileño volvió a fallarle el tiro. En el rechace estuvo atento Braithwaite, que marcó en segunda instancia, rematando con la rodilla. Incluso Messi acompañó la jugada: estuvo a punto de tocar el balón con la mano.

Pero a diferencia de Maradona, a Messi no le hizo falta tocar el balón con la mano para adelantar al Barça: gol de rebote, pero válido para empezar a embolsarse la victoria

súper volea de Griezmann

Para compensar, Griezmann anotó poco después un gol espectacular: nuevamente Jordi Alba había progresado por su banda para colgar un balón al área. Lo rechazó Moncayola y el balón le cayó llovido a Griezmann. No se lo pensó el francés, que enganchó una volea impecable. A Sergio Herrera, portero de Osasuna, no le dio tiempo ni a moverse. Un golazo. 

En la reanudación, Busquets sustituyó a Pedri. Osasuna amenazó con dar un paso adelante, pero el Barça no perdió el gobierno del partido. Y sentenció a los diez minutos de la reanudación, en una acción nuevamente protagonizada por Griezmann, que robó en la zona de tres cuartos. Ahí nació la jugada, que pasó por Braithwaite antes de acabar en los pies de Griezmann: el francés tenía disparo, pero buscó a Coutinho. En boca de gol, ahora sí, el brasileño acertó. Suspiró aliviado. 

la lesión de lenglet, el punto negativo

Lo que parecía un partido plácido se ensombreció en el ecuador de la segunda parte, cuando Lenglet se torció el tobillo derecho y se retiró lesionado. La plaga de lesiones en la defensa azulgrana empieza a ser más que preocupante.

Roberto Torres aprovechó el desconcierto del Barça, con De Jong otra vez reciclado a la posición de central, para poner en apuros a Ter Stegen con un chut al palo.

Dembélé respondió con un gol poco después, en el minuto 70: el gol ya había subido al marcador y los jugadores del Barça ya lo habían celebrado, pero Mateu lo anuló por fuera de juego.

El guiño de Leo a Diego

El cuarto gol del Barça cayó muy poco después: lo marcó Messi, tras una brillante jugada individual. El argentino lo celebró de una manera muy especial. Se quitó la camiseta del Barça. Por debajo llevaba la de Newell's, con el dorsal '10', la misma que en su día lució Maradona en el equipo rosarino. Leo miró al cielo. Los homenajes sencillos y sobrios son los más emotivos. Messi no necesitó palabras para acordarse de Diego. Inmejorable manera de cerrar el partido.