En el Barça está todo por hacer

El equipo dio síntomas de estar pensando en las vacaciones y demostró necesitar un ‘reset’ total

La dirección deportiva tiene mucho trabajo para ofrecer a Xavi una plantilla competitiva

Xavi: "El equipo ha hecho un esfuerzo mental muy fuerte. Ahora nos estaba pesando ya la temporada"

Xavi Hernández habló en zona mixta tras la derrota del Barça ante el Villarreal / Movistar

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El último partido oficial de la temporada dejó en un lánguido Camp Nou, con las gradas a medio gas, la sensación de que está todo por hacer. Es fácil entenderlo: el once inicial con el que el Barça puso el cierre al ejercicio debería parecerse muy poco al que debería aspirar para arrancar el próximo. Cualquier otra cosa solo serviría para convertir el proyecto de Xavi en imposible. Ya está, se acabó.

El reto es enorme porque el club está cogido con pinzas a nivel económico y el margen de maniobra es tan limitado que el grueso de las decisiones importantes están tomadas, pero no pueden ejecutarse. Lo visto ante el Villarreal fue un fiel reflejo del estado de ánimo en el que transita el primer equipo, perdido en tierra de nadie, consciente de sus enormes limitaciones y obligado a reinventarse, a construirse desde los cimientos para aspirar a un futuro mejor.

El hoy es un cuadro borroso y gastado de un equipo que se ha quedado sin alma que cayó ante un Villarreal que ni siquiera necesitó un gran partido para ganar. Xavi inyectó ilusión, ideas y proyecto, un combustible necesario que sirvió para demostrar que el futuro pasa por él, que basta ya de mirar al banquillo porque esa carpeta es de las pocas que no hay que atender. A partir de ahí, el trabajo que tiene por delante la dirección deportiva, junto al propio técnico, es monumental. Y no es solo un poco de chapa y pintura, de cuatro retoques que sirvan para maquillar los defectos.

Los jugadores del Barça, decepcionados tras la derrota frente al Villarreal

Los jugadores del Barça, decepcionados tras la derrota frente al Villarreal / David Ramírez

Todo, absolutamente todo, está por hacer. Toca abrir las puertas del vestuario, también las ventanas, para que entre aire fresco en forma de fichajes limpios de mente, sin vicios y con ganas de construir algo nuevo. Lo vivido ayer en ese lánguido Camp Nou, que intentó arropar al equipo pese a las circunstancias, obliga a planteárselo todo. Las oportunidades se han acabado para muchos y no existe reválida. Xavi fue directo en la previa y volvió a serlo tras la derrota: “Hay que cambiar cosas si queremos ser competitivos”. Toca resetearlo todo a muchos niveles y toca, sobre todo, recuperar la alegría. Volver a sentir ilusión y, sobre todo, transmitirla.