El balance de los fichajes de verano del Barça

La prematura finalización de la cesión de Yusuf Demir es el último ejemplo de que una oportuna planificación deportiva no siempre es sinónimo de buenos resultados

El crecimiento de Eric Garcia, el inicio de Memphis Depay y la reacción de Luuk de Jong, las notas positivas

FC Barcelona - Benfica: ¡Ay Demir! La ocasión más clara del Barça terminó...estrellada en el larguero

¡Ay Demir! La ocasión más clara del Barça terminó...estrellada en el larguero / TELEFÓNICA

Jordi Carné

Jordi Carné

Realizar una reconstrucción deportiva es extremadamente complicado. Efectuarla en un contexto de crisis económica, todavía más. El gran trabajo de Mateu Alemany para reforzar la plantilla blaugrana pese a la inflada masa salarial es incontestable. El Barça está viviendo una de las ventanas invernales del mercado de fichajes más ajetreadas e intensas de su historia reciente. La dirección deportiva quiere contentar a Xavi con varias llegadas que impulsen el nivel competitivo de un equipo que en verano hizo algunos fichajes interesantes sin coste de traspaso que, por cuestiones de todos los colores, no han acabado de funcionar en el Camp Nou.

Muchas emociones en poco tiempo con Demir

La prematura finalización de la cesión de Yusuf Demir es el último ejemplo de que una oportuna planificación deportiva no siempre es sinónimo de buenos resultados. La intención inicial con el austríaco era que formara parte de la plantilla del filial y que, en caso de que su progresión fuera adecuada, tuviera oportunidades en el primer equipo. Tras una esperanzadora pretemporada a las órdenes de Ronald Koeman y un frenético desenlace del mercado veraniego, sin embargo, el Barça lo ‘subió’ al primer equipo. De la ilusión a la decepción: el extremo fue perdiendo protagonismo paulatinamente y acabó viviendo en el ostracismo por la negativa culé de efectuar la cláusula de compra que se habría activado si hubiera disputado un único partido más.

Demir ha finalizado su periplo en la Ciudad Condal con nueve compromisos disputados (290 minutos). En ningún caso podrá decir que no tuvo oportunidades para probar que merecía un sitio en el equipo. Tanto Koeman como Xavi le concedieron titularidades en encuentros importantes. No estuvo a la altura contra Granada, Cádiz y Benfica, los tres enfrentamientos en los que fue de la partida. Su última aparición se produjo el 8 de diciembre, en la dolorosa derrota en el Allianz Arena de Múnich.

¿Es demasiado tarde para Luuk?

El futbol es perecedero. Y caprichoso. Si de repente alguien aterrizara en la tierra y viera dos partidos de fútbol, el Benfica 3-0 Barça de finales de setiembre y el clásico de la Supercopa de España, no se creería en ningún caso que el ‘9’ del Barça es el mismo. Que Luuk de Jong ha pasado de no entender el juego del equipo ni ser diferencial en el juego aéreo (su principal virtud) a saber discernir todo lo que debe hacer para potenciar a sus compañeros y, además, ser eficaz en el área rival. La dirección deportiva no contaba con él para el segundo tramo de la temporada y quería ‘colocarle’ en otro club para rebajar la masa salarial. Ahora, sin embargo, ya no descarta su continuidad. De momento, ha celebrado cuatro dianas en 15 duelos (718 minutos).

Memphis, de indiscutible a prescindible

El caso de Depay es inversamente proporcional al de su compatriota. No pudo empezar con mejor pie su andadura en Barcelona. Aceptó la etiqueta de líder que pocos osaban ponerse y ofreció una versión inimaginablemente buena, incluso para los más optimistas. Marcó, asistió y se consagró como una pieza fundamental para Koeman, Barjuan y Xavi. Tanto, de hecho, que acusó su condición de indiscutible y se ‘rompió’ contra el Bayern. Tras un mes alejado de los terrenos de juego, el protagonismo y la aportación de Memphis han caído en picado. Desesperó al barcelonismo (y al técnico del Barça) con su apatía en el Nuevo Los Cármenes y el primer gran compromiso del año 2022, el clásico, lo empezó desde el banquillo. Pese a sus ocho goles y dos asistencias en 23 partidos (1.946 minutos), no se puede descartar que se convierta en moneda de cambio de Álvaro Morata este enero.

El crecimiento de Eric

Nunca hay buenos momentos para lesionarse, pero los problemas musculares que mantendrán hasta mediados de febrero en la enfermería a Eric Garcia no podrían haber llegado en una coyuntura más inoportuna. Después de apostar firmemente por el Barça y abandonar el Manchester City con la carta de libertad, los inicios del de Martorell en el Camp Nou no fueron fáciles. Dos expulsiones y algunas actuaciones dudosas ‘mancharon’ la imagen de un central al que se le adivinaban buenas maneras e intenciones. En diciembre llegó a encadenar tres partidos consecutivos sin moverse del banquillo.

Lejos de rendirse, Eric esperó su oportunidad y la aprovechó. La baja por sanción de Gerard Piqué frente al Elche le permitió volver a escena; los contratiempos en defensa entre lesiones y positivos por coronavirus y su extraordinario rendimiento le consolidaron en un once titular del que no se movió hasta que sufrió una lesión distal en el bíceps femoral ante el Granada. En total, suma 20 apariciones (1.581 minutos).

La mala fortuna del ‘Kun’

Agüero llegó al Barça con la voluntad de compartir equipo con Leo Messi y demostrar que, a sus 33 años, aún estaba capacitado para rendir en la élite futbolística. Aceptó unas condiciones contractuales considerablemente inferiores a las que le ofrecían otros clubes con esos dos objetivos entre ceja y ceja. Desgraciadamente, no pudo cumplirlos. El club no consiguió renovar al mejor jugador de su historia y él se tuvo que retirar por problemas cardíacos. Debutó muy tarde –se lesionó antes de empezar la temporada y no se estrenó hasta el 17 de octubre– y no estuvo disponible ni dos semanas. El día 30 del mismo mes, ante el Alavés, sufrió la arritmia con la que empezó su calvario. Marcó un gol, contra el Real Madrid, en cinco partidos (165 minutos).