Autocrítica, reproches y caras largas en el viaje de vuelta del Barça

Ter Stegen rompió ayer su discreción habitual y tras el partido soltó un “tenemos que hablar de unas cuantas cosas…” que sonó a lo que era: una gran decepción con el partido que acababa de finalizar, a pesar de la victoria y a pesar de conseguir el liderato, que se suma al otro liderato de LaLiga. Y es que el Barça no puede ir mejor numéricamente pero en cambio traslada malas sensaciones en el terreno de juego, donde es dominado por sus rivales en amplias fases del partido.

Por todo ello, y según ha podido confirmar SPORT de fuentes cercanas al vestuario, los jugadores estaban ayer, según cada caso, entre cabreados y muy decepcionados por lo que había sucedido en Praga. Hubo reproches por la cantidad de pelotas que se perdieron en el medio campo en situaciones muy comprometidas, por las ocasiones de gol que se desperdiciaron y por la imagen del equipo en el último tramo de partido, en el que literalmente estuvo a merced del Slavia, que sin duda mereció empatar, como también se ha reconocido internamente.

MALESTAR EN EL VIAJE DE VUELTA

Algunos futbolistas se saltaron la zona mixta de las radios después de haber pasado por la zona de televisión, un gesto muy poco habitual que denotaba el cabreo que llevaban encima. El malestar se prolongó durante el viaje de vuelta, en el que hubo “muchas caras largas y alguna escena de malhumor” como han explicado testigos de la expedición.

El mal rollo tras el mal parido se procesa en el club como algo positivo puesto que quiere decir que este equipo no se conforma con ganar y está dispuesto A aprender lecciones de un partido independientemente del resultado. Ahora bien: existe preocupación en todos los niveles de la entidad por las dificultades que tiene el equipo en la Champions, donde ha sido manifiestamente inferior en los tres partidos que se han disputado hasta el momento. Lo positivo es que toda esta autocrítica puede hacerse con el viento a favor y un cómodo liderato en la fase de grupos.