La autocrítica del vestuario por el clásico

Valverde afirmó que el Barça estaba "un poco más obligado a ganar"

Ernesto Valverde analizó el partido ante el Real Madrid en rueda de prensa tras el partido / EFE

Jordi Gil

Jordi Gil

Los jugadores del FC Barcelona han vuelto este jueves a los entrenamientos en una jornada dura por el desgaste tanto físico como psicológico que supuso el clásico. El gran esfuerzo realizado en el campo permitió mantener el tipo y, como mínimo, evitar la derrota, pero en el equipo quedó un sabor amargo por no haber sabido cómo contrarrestar al conjunto blanco.

El principal reproche que se hizo en la caseta fue no haber leído el partido cómo se debía. De entrada, el propio Valverde no se esperaba la titularidad de Isco y su presencia creó un desconcierto ante el que los blaugrana no estaban preparados. El malagueño creó superioridades en la zona de tres cuartos, bien protegido por Casemiro, Fede Valverde y Kroos. Además, Benzema también bajaba para ayudar en la elaboración y el Barça se vía desbordado en el centro del campo. El alivio para los barcelonistas fue que Bale pisó poco el área y no fue el jugador vertical que podía haber hecho mucho daño con una actitud más incisiva.

Agotados

En cualquier caso, los barcelonistas se vieron obligados a correr más de la cuenta y acabaron el partido exhaustos. El equipo no supo aprovechar su teórica  ventaja por haber gozado de un día más descanso y durante demasiado tiempo fueron a remolque de los blancos. El Barça fue al límite y con el balón faltó la pausa necesaria para leer mejor los espacios. Los propios futbolistas lamentaron de puertas adentro no haber podido sacar más rédito del efecto de jugar en casa y mandar un mensaje intimidatorio a su rival.

El equipo también es consciente de que se encontró handicaps que en futuros clásicos o encuentros de esta exigencia, le permitan ser dominadores. Por ejemplo, Valverde se quedó prácticamente sin la opción de jugar con Sergio Busquets. El de Badía estuvo con fiebre durante el día y, aunque estuvo en el banquillo y llegó a calentar, se encontraba muy mermado. Valverde no echó mano de él ya que significaba forzar la máquina en exceso. Otro futbolista que puede ayudar a paliar el déficit de la medular es Arthur, de quien se espera que haga un cambio de chip para tener por fin la regularidad que precisa el equipo.

El efecto Ansu

Los jugadores también observan que existe mucho margen de mejor y ello les hace ser optimistas. Ansu Fati, por ejemplo, es un futbolista capaz de cambiar el rumbo de los partidos y quedó la sensación de que con más minutos quizá hubiera puesto en jaque al Madrid. En apenas diez minutos encaró, tuvo desparpajo y sacó una amarilla a Carvajal.

El equipo, por tanto, ha tomado nota de sus errores y ya tiene ganas de demostrar su auténtico potencial. La Supercopa de España en Arabia Saudí puede ser la primera oportunidad para que los blaugrana se saquen la espina del primer clásico del ejercicio del Camp Nou.