Así es Neto, el nuevo portero del Barça

Así para Neto, nuevo portero del Barça

FC Barcelona

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Norberto Murara "Neto" ya es del Barça. La entidad azulgrana oficializó el fichaje del meta, que se convierte en el segundo portero brasileño de la historia del club -tras Jaguaré Bezerra, que llegó al Barça en 1931-. Antes de militar en el Valencia, Neto ya tenía experiencia en Europa al haber estado cuatro años en la Fiorentina y otros dos en la Juventus, donde aprendió a la sombra de Buffon.

Su delicada relación con Marcelino, especialmente en el tramo final de Liga, han propiciado la salida de Neto del Valencia. Jaume Domenech fue el elegido para disputar los partidos clave y esa fue la gota que colmó el vaso. El meta pidió salir y el técnico aceptó encantado.

No es que Neto sea un portero con la vitola de problemático, pero sí es cierto que el que ha mantenido con Marcelino no es su primer conflicto en los últimos años. En 2015, tras no alcanzar un acuerdo de renovación con la Fiorentina, el club decidió dejarlo en el banquillo durante un par de meses. En su lugar jugó el rumano Tatarusanu, y aunque después el brasileño recuperaría la titularidad, sus últimos meses en el conjunto 'viola' fueron complicados.

En la Juventus mostró su cara más ambiciosa. "En la Juventus no me sentía bien y estoy contento de la decisión que tomé", dijo recientemente el meta. En Turín, Neto huyó de la sombra de Buffon. El ya jugador del Barça no se conformaba siendo el número dos de la leyenda italiana. Ahora, en Can Barça, el meta vivirá una situación similar, pues Marc-André Ter Stegen es intocable para Ernesto Valverde.

A nivel deportivo, Neto mide 1.93 de altura, seis centímetros más que Jasper Cillesen (1.87). Su juego con los pies quizá no es tan privilegiado como el del holandés, pero sí están a un nivel parecido bajo palos. Normalmente, los porteros tan altos sufren con balones rasos cerca de la cepa del poste, pero la elasticidad de Neto hace que no sufra en ese tipo de balones. En el Valencia se ha hartado a hacer paradas de mérito de ese estilo, yendo abajo y sacando una mano providencial.

En estrategia, su altura le permite ser un seguro de vida a balón parado. En acciones de juego aéreo impone sus centímetros, pero no es un amante de salir. Más bien peca de ser poco atrevido en ese sentido.

Por otra parte, una de sus costumbres es repeler el balón. Dicho en otras palabras, suele conceder segundas jugadas. Si no lo ve muy claro, Neto es de los que prefiere rechazar el balón en vez de atajarlo.

A nivel de fiabilidad, el brasileño comete muy pocos errores de bulto y, en cambio, en casi cada partido suele hacer paradas de mérito y de las que dan puntos, algo que se le va a exigir en el Barça.