Así juega Dele Alli, pretendido por el Barça

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Gran parte de culpa del buen fútbol que practica el Tottenham hay que dársela a Dele Alli. Él y Christian Eirksen son los encargados de transformar en fútbol de ataque la perfecta organización de los 'spurs'. Mientras el danés representa la pausa, el joven inglés es todo lo contrario. "Es un jugador con mucha agresividad ofensiva, despiadado cuando va hacia adelante y con determinación, lo que le hace peligrosísimo. Tiene una gran comprensión del juego y ataca magistralmente los espacios, buena mentalidad y confianza en sí mismo. Es la aparición más importante del fútbol inglés en los últimos años", aseguraba Mauricio Pochettino, su técnico, hace pocos meses.

A sus 21 años, el mediapunta del Tottenham ya es uno de los mejores desequilibrantes del mundo. Lo es, principalmente, porque domina todos los registros. El británico, de 1.88 de altura, tiene un cambio de ritmo poco visto en jugadores de su envergadura. De hecho, hay quien le compara con Thierry Henry por su diabólica conducción de balón en velocidad.

De poco serviría esa potencia si no llevara también una gran dosis de calidad. Alli posee infinidad de recursos técnicos y de ellos suele beneficiarse un Harry Kane que es el mejor testigo de la precisión de su compañero, quien cada temporada suele firmar dobles figuras tanto a nivel de goles como de asistencias. Entrando desde segunda línea, Dele llega siempre a posición de remate. Igual que Messi, no está, sino que aparece.

El inglés no tiene puntos débiles. Es diestro, pero se maneja a la perfección con la zurda y eso hace de él un jugador todavía más imprevisible. Lo que si se puede catalogar como un patrón que Alli suele repetir es el hábito de dejarse caer a la banda izquierda para poder penetrar así hacia el medio con su pierna buena

Como reconocía Pochettino, la verticalidad sea seguramente su mayor virtud. Si tiene espacios, Dele no duda a la hora de poner la directa hacia portería. La Premier no es la liga española, pensarán algunos. Y no les falta razón. Jugando en el Barça, el británico no tendría tantos espacios para correr, ya que las defensas suelen encerrarse cuando se miden al conjunto azulgrana. Sin embargo, la calidad y el cambio de ritmo hacen que el jugador no tenga ningún problema en tener que asumir responsabilidades en ataque estático. Alli es un jugador muy completo y, además, se lesiona poco o nada: su última lesión importante fue a principios del 2015.

Comparar puede ser equívoco a veces. Pero si a la potencia de Henry le añadiéramos la habilidad de Dembélé o Neymar, la buena definición de Cristiano Ronaldo y la precisión entre líneas de Isco o Iniesta, el resultado no sería otro que Dele Alli, un jugador que lo hace todo y bien y al que Pochettino ha dotado también de un necesario compromiso con las tareas defensivas.