Así se ganó Koeman a los cracks del Barça

¿Qué once debería utilizar Koeman esta temporada?

Jordi Gil

Jordi Gil

Ronald Koeman se ha ganado a las figuras del FC Barcelona en sus primeras semanas de trabajo como máximo responsable del primer equipo. El técnico construyó la casa por los cimientos y empezó hablando con los cracks -Leo Messi fue el primero de ellos- y su manera de actuar convenció a un vestuario tocado después del 2-8 del Bayern.

Al día siguiente de su presentación, Koeman se citó con MessiEl neerlandés le transmitió las bases de su proyecto. Una reconstrucción que partiría de un intenso trabajo, con una mejora de la preparación física, y una idea táctica distinta para mirar de cara nuevamente a los grandes rivales europeos.

La sensación de Messi

Messi se llevó una impresión positiva, aunque le transmitió en ese momento que quería marcharse del FC Barcelona por el desgaste que arrastraba y sus desavenencias con la directiva de Josep Maria Bartomeu. Su idea de salir, por tanto, no tenía nada que ver con la elección del nuevo entrenador.

Messi conversó con algunos de sus compañeros en los días siguientes a las reunión y les aseguró que creía que estarían en buenas manos. Él se veía aún fuera del proyecto, pero entendía que la aportación de Koeman encajaría bien con el actual equipo.

Messi acabaría por dar un giro y aceptar cumplir el año de contrato que le resta con el FC Barcelona. Leo no tuvo opción de salir y evitó llevar al club de su vida a los tribunales. Aunque estaba enojado, como él mismo mostró en la entrevista a ‘goal.com’, como mínimo tenía el consuelo de que a su vuelta a la disciplina del equipo se iba a poner a las órdenes de un entrenador con un plan definido y no se trataba de una extravagancia, como pudo ser la elección de Quique Setién con su peculiar staff.

{"zeta-legacy-video":{"videoId":72900422}}

Sin rodeos

Koeman habló con los referentes del equipo antes de iniciar los entrenamientos -Busquets, Coutinho o Griezmann- y desde su primera sesión dejó claro a todo el grupo que impondría una cultura del trabajo rigurosa. El míster siempre ha hablado a los futbolistas de forma directa, con un lenguaje llano y con los códigos propios de un vestuario. Un discurso de tú a tú con el que ha conectado. No busca ni mucho menos el amiguísimo con sus futbolistas, sino que quiere explicar él mismo su mensaje sin intermediarios ni dar pie a malas interpretaciones.

Los propios jugadores se dieron cuenta después de la debacle en Lisboa que necesitaban un giro y aceptaron de buen grado la filosofía exigente de Koeman. Para los cracks del Barça fue muy duro sufrir un varapalo de estas dimensiones y entendieron que era el momento de remar en la misma dirección que el míster.

Koeman es directo en el trato y dice lo que piensa. Una forma de actuar que mantiene en la sala de prensa y los futbolistas lo tienen asumido. De Jong y Griezmann fueron los primeros en llevarse una advertencia en la conferencia posterior al partido ante el Sevilla. Ambos recogieron el guante del míster y se conjuraron para mejorar. Un discurso claro dentro y fuera del vestuario se acepta, siempre dentro de los límites que el técnico también tiene claro.

Jóvenes

El neerlandés puso la primera piedra con las estrellas, pero también ha tenido un discurso cercano con los jóvenes. A Riqui Puig le explicó las dificultades que tendría para gozar de continuidad por si quería salir cedido. “No fue una conversación dura, que va”, explicó la semana pasada el futbolista tras el partido de la sub-21 en las Islas Feroe. Koeman fue franco con Riqui y también con Aleñá con un discurso similar. Ambos vieron que si seguían tendrían el respeto de su entrenador. Algo básico para conducir por el camino correcto a jóvenes y veteranos.