Arturo Vidal: "El único ídolo que he tenido es mi madre"

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Lo fácil, de una simpleza casi insultante, es agarrar la anécdota y tirarla al estercolero de las redes sociales en busca de likes y seguidores. Dictar sentencia es ley. Nadie conoce a nadie, pero todo el mundo habla. De su aspecto, del Ferrari, de la cerveza... De lo que sea. Nadie echa el freno para reflexionar sobre lo que hay detrás. En este caso es Arturo Vidal, pero en la telaraña de prejuicios en la que se ha convertido la sociedad hay miles de casos.

Durante la entrevista concedida a SPORT, el centrocampista chileno no eludió ninguno de los temas que se le pusieron encima de la mesa, ni siquiera los más polémicos o aquellos con los que menos cómodo se siente a la hora de dar explicaciones. “Sí, he tenido algunos problemas, pero son cosas de la vida”, aseguraba el futbolista, consciente de que todo se magnifica: “Claro, claro. Todo crece. A parte, en Chile los jugadores de la selección son muy conocidos, siempre se les está buscando la quinta pata al gato”. 

“Estampó su Ferrari conduciendo bajo los efectos del alcohol” es un titular demasiado goloso y, aunque no se siente orgulloso de ese tipo de episodios que ha vivido, también entiende que “soy humano y todo el mundo comete errores. Lo importante es que siempre me he levantado de todas esas cosas y ahora lo que te puedo decir es que hoy para mí lo más importantes es la familia, que soy muy feliz y que juego en el mejor equipo del mundo”.

su madre, su guía

Arturo Vidal nació en El Huasco el 22 de mayo de 1987, un mes antes de que naciera en Rosario Leo Messi, en la comuna de San Joaquín. El hoy internacional chileno creció pasando hambre y frío junto a sus hermanos, pero nunca le faltó el cariño de su madre, Jacqueline Pardo, la persona más importante de su vida.

“Me gusta mucho el fútbol y miro muchos partidos, pero nunca he tenido ningún ídolo. Mi único ídolo ha sido mi madre, la única persona que admiro. Y de la que he aprendido mucho”, dice.  Su madre le enseñó a luchar, a no rendirse y a no bajar nunca la cabeza, que es lo que hacía ella para sacar a su familia adelante: “Nada es fácil, pero sé que todo se puede en la vida con esfuerzo y sacrificio, y que, al final del día siempre, cuando uno lo deja todo, llega la alegría”. 

sigue siendo un niño

Hay futbolistas que empiezan a jugar a fútbol porque no hay ninguna otra cosa que hacer: “Era lo que se jugaba en mi barrio, a parte vivía enfrente de una cancha, y también viene algo de familia porque todos jugaron al fútbol, así que empecé a jugar”, recordaba sus inicios, siendo un niño.

Arturo Vidal asegura que le gusta “mucho” el fútbol, incluso el profesional, y que, en el fondo, de aquel niño “queda todo, sí, sí, todo. Queda el barrio, las cosas que me hacen feliz, todo aquello que sigue siendo el fútbol. También mis hijos son el fútbol”.