Arturo Vidal le da vida e intensidad al juego del Barça

Arturo Vidal

Arturo Vidal disputó los noventa minutos a un buen nivel / afp

Toni Frieros

Toni Frieros

Quique Setién continúa dándole vueltas de tuerca a la idea de dar con el mejor equipo posible. Si hace unas semanas sorprendió al colocar a Sergi Roberto como extremo derecho, esta vez, ante el Eibar, hizo lo propio con Arturo Vidal al situarlo abierto a la izquierda, como extremo. Recordemos que, frente al Betis en el Villamarín, actuó toda una primera parte como falso delantero centro, iniciando la presión en la defensa bética.

Lo bueno de tener a un tipo como Vidal en el terreno de juego es que el trabajo, la agresividad, la presión, el físico, lo tienes asegurado. Da gusto ver a un futbolista tan comprometido, tan metido en el partido, con ese ímpetu y esa actividad. Porque contagia a sus compañeros.

Es verdad que Arturo no es un virtuoso con el balón ni un mago en el desequilibrio, pero sí brilló con luz propia, muy especialmente en la primera parte, porque siempre se ofreció, siempre apareció y siempre intentó participar en el juego. Eso se transformó en el punto de apoyo ideal para sus compañeros de ataque a lo hora de tirar una pared y generar espacios.

Fue el mejor aliado de Messi, al que buscó constantemente y con el que combinó acertadamente. A los veinte minutos el chileno disparó dos veces consecutivas a puerta, dentro del área pequeña. Es decir, tuvo profundidad, precisamente lo que le falta a Junior.

El desempeño de Vidal por la izquierda fue muy parecido al que suele hacer Griezmann cuando actúa por esa zona del campo, ir desde fuera hacia adentro. Su continua movilidad ayudó mucho al equipo ya que a los 36 minutos fue el jugador que le pasó a Leo Messi para poner el 2-0 en el marcador. En ese mismo papel de asistente, ya en el segundo tiempo, favoreció un disparó de Rakitic y poco después se quedó solo ante el meta armero… pero en fuera de juego. Por esa misma razón le anularon un gol en el tramo final del partido, cuando ya estaba 4-0.

Desde la derrota ante el Atlético de Madrid en la Supercopa de España en Arabia (2-3), Vidal no jugaba los noventa minutos completos. Y en Liga, desde el 4-1 frente al Leganés, donde marcó un gol.

El chileno es un seguro de vida y le pongas donde le pongas va a dar alegría e intensidad al juego del Barça.