Arturo Vidal, el desorden preferido de Messi

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Se pudo ver desde que llegó al Barça, Arturo Vidal forma parte de esta lista privilegiada de jugadores que tienen una química especial con Messi.  

El argentino no disimula sus preferencias: el proceso de selección es el mismo que en el recreo. Aquellos en los que confía son los destinatarios de sus pases. Y cuando coinciden en el césped, Arturo Vidal acostumbra a ser uno de los principales focos de atención del 10.

Se volvió a ver ante el Atlético. Ambos protagonizaron algunas de las mejores jugadas del Barça. El chileno volvió a demostrar que el desorden puede ser rentable en un equipo, en ocasiones, previsible.

Vidal exhibió llegada y fue una amenaza constante para el Atlético. Su habilidad para convertirse en un delantero más le sienta bien al tridente, que encuentra en el chileno un socio más para desordenar a las defensas contrarias. Incluso si enfrente está un conjunto tan sólido como los equipos de Simeone.

Vidal estuvo merodenado el gol todo el encuentro. En los primeros minutos ya probó un disparo que salió fuera por poco. También probó un remate de primeras marca de la casa. Y rozó el balón tras un córner peinado por Griezmann. El chileno se tiró con todo a punto estuvo de cazar el gol.  

El centrocampista volvió a ser protagonista en el gol del empate de Messi. Suyo fue el centro que terminó en los pies de Suárez antes de que Messi lanzara un balón imposible para Oblak. Su ambición contagió a una de las mejores versiones del Barça esta temporada. 

El chileno tocó 70 veces el balón con un 83,7% de acierto, dio cuatro centros e hizo cinco faltas en 92 minutos

"Arturo Vidal no es ordenado, pero esa es su virtud", recuerda a menudo Valverde cuando le preguntan por él. Una virtud que se traduce en centros como el del gol anulado a Piqué por fuera de juego. El chileno apareció desde la segunda línea y llegó a un balón que cualquier otro habría dado por perdido.

No fue suficiente para un Barça que terminó desencajado en un final de vértigo, desconcertado por la intervinción del VAR, y descosido con la contras demoledoras del Atlético.

En un partido desenfrenado, brilló Arturo Vidal. No le bastó a un Barça que siempre le fue mejor cuando gobernó los partidos.