Arnau Rafús no necesita barrera

Rafús, portero del Cadete A

Rafús, portero del Cadete A / FCB.

Albert Rogé

Albert Rogé

En los últimos tiempos se ha puesto de moda poner a un jugador tumbado detrás de la barrera para evitar los goles. En casi todas las ocasiones, a lanzamiento de Messi. Ni así lo consiguen. Sin embargo, hay otros métodos. Uno de los que más pueden sorprender lo ejecutaba Arnau Rafús, actual portero del Cadete A, durante su etapa de formación en fútbol siete.

Con Pau Moral, entrenador del Alevín D del Barça, y en ese momento entrenador del Vic, tenían un método que nunca fallaba. Cuando había una falta, decidían no colocar ningún jugador en la barrera. El que lanzaba, contra Arnau. Uno para uno. Como si fuera un penalti. Era tal la seguridad de Rafús bajo palos que sabían que se la pararía seguro. Y así era. No le marcaban ni una. Eso sí, si el que lanza es Messi no está de más poner algún jugador por si acaso. 

La figura de Pau Moral está muy vinculada a la de Arnau Rafús ya que en su casa aún recuerdan una anécdota de esa temporada que compartieron. Arnau, que desde pequeño había practicado todos los deportes posibles, jugaba al fútbol por diversión. Amigos, un balón y poca cosa más. Eso era para él jugar.

Hasta un entrenamiento donde cambió el chip. Rafús se estaba entrenando sin ganas y eso Pau Moral no se lo perdonó. “Si sigues así, no irás al Infantil B, irás al Z”. Esa simple frase lo cambió todo. Despertó el animal competitivo que llevaba dentro y ese año se salió. Conquistaron la competición liguera y ganaron a equipos como el Real Madrid, el Athletic o el Zaragoza. A mediados de esa temporada, Pau Moral fichó por el FC Barcelona y Jordi Codina ocupó su plaza, ayudando a Arnau en su formación. Otras personas claves de su carrera son los entrenadores de porteros Joaquim Quintana y Joel Tubau.

Si hace varios años, la portería del Barça parecía no tener relevos en la Masia, ahora van sobrados. Tras Iñaki Peña Arnau Tenas, el siguiente nombre que se baraja en el club es el de Arnau Rafús. Sus espectaculares condiciones físicas y su buen dominio con el balón en los pies le hacen ser un prototipo perfecto de lo que se busca en el primer equipo. Además, desde la dirección deportiva se valora mucho su posición en el campo. Hay tres aspectos importantes en la carrera de un futbolista. Primero, ser bueno. No hay más. Si no vales, no vales. Si cumples el primero, es casi igual de importante tener suerte, ya sea en las lesiones como en la toma de decisiones del entrenador.

Y más en la vida de un portero dónde luchas por una sola posición. Si ya tienes las dos, la que considero imprescindible es la del entorno familiar. Y en eso, Arnau, es un privilegiado. Su padre Joan, siempre con una sonrisa en la cara, transmite una alegría clave para el desarrollo de Arnau. Lo mismo pasa con su madre Iolanda. Una pareja que tiene los pies en el suelo y eso, en el mundo actual, es importantísimo para poder triunfar. Después de Arnau vinieron los gemelos Ferran, guardameta que dará que hablar y al que Arnau siempre intenta ayudar y Jordi, un central de los que dan gusto ver jugar.  Juntos forman un equipo envidiable.