La apuesta por Ansu Fati y Riqui Puig va muy en serio

El saludo de Leo Messi y Ansu Fati

El saludo de Leo Messi y Ansu Fati / FC BARCELONA

Javier Giraldo

Javier Giraldo

"A veces uno tiene dudas sobre la aportación de los chavales en partidos trascendentales, pero a base de hacer las cosas bien, van a tener la opción de jugar más minutos”. Las palabras de Quique Setién, minutos después del triunfo ante el Athletic (1-0), reflejaron la sensación que envuelve al Barça en este tramo final de Liga: es un equipo necesitado de aire fresco, de savia nueva. 

nadie lo representa mejor que Ansu Fati y Riqui Puig: son jóvenes con ganas de comerse el mundo, sin currículum pero con hambre, dispuestos a correr más de la cuenta. No miran la calculadora ni se dosifican: miran al rival y están obsesionados con ayudar al equipo. 

Por ello, ambos tendrán más protagonismo en los siete partidos de Liga que le quedan al equipo. El mensaje que se podía leer en la sudadera de Riqui Puig tras el partido era elocuente: ‘Why not?’, ‘¿por qué no?’ 

Desde el club ya se ha transmitido al cuerpo técnico el deseo de que ambos futbolistas empiecen a entrar en el equipo con frecuencia. Detrás vendrán más (Collado, Araujo, Iñaki Peña, Pedri, etc) pero el área deportiva quiere que Ansu y Riqui sean la bandera del nuevo Barça. 

el relevo generacional

La plantilla no tardará en someterse a un relevo generacional y cuando llegue el momento, el Barça cree que tanto Ansu como Puig deben de ser los jugadores-emblema, los futbolistas que llegado el día, puedan ser los líderes del vestuario e incluso los capitanes, como en su momento lo fueron Puyol, Xavi o Iniesta, también surgidos de la cantera. 

No hay intención de precipitarse. No se trata de ‘quemar’ a los jóvenes ni de exponerles a una presión excesiva para su edad (Riqui cumplirá 21 años en agosto y Ansu tiene solo 17), sino de introducirlos poco a poco en la dinámica habitual del primer equipo. 

un punto de inflexión

Setién, inicialmente reacio a cargarles con tanta responsabilidad, cambió su discurso tras la victoria ante el Athletic. El técnico, que hasta ahora ha ido dosificando las apariciones de los jóvenes (Ansu solo ha jugado 79 minutos tras el parón del coronavirus y Puig, 51), está dispuesto a jugársela con ellos. 

Su apuesta será firme: con ellos en el campo, el Barça es un equipo más dinámico, más peligroso para el rival. Setién ha asimilado que no es tiempo de jerarquías de vestuario, sino de méritos. 

Desde el punto de vista estrictamente físico, la irrupción de Ansu y Puig también sirve para refrescar al equipo, obligado a competir cada tres o cuatro días y en unas condiciones de calor y de humedad más propias de los amistosos de pretemporada que de la recta final de LaLiga. En algunos momentos, el Barça ha demostrado ser un equipo demasiado previsible, con la mayoría de futbolistas jugando al pie y con muy pocos desmarques en ruptura. 

sergi roberto, el último

No hay que olvidar que el último canterano capaz de consolidarse  en el primer equipo fue Sergi Roberto: fue en la temporada 2013-14 cuando se convirtió ‘de facto’ en futbolista del Barça,  porque durante aquel curso ya no jugó con el filial. 

Desde entonces -seis años-, ningún futbolista de La Masia se ha establecido en el primer equipo, circunstancia preocupante en un club capaz de copar el podio del Balón de Oro hace prácticamente una década.