Ansu Fati: ni primer equipo, ni Barça B

German Bona

German Bona

Ansu Fati se pasa más tiempo en el banquillo del primer equipo y en la grada del Estadi Johan Cruyff, siguiendo las evoluciones del filial, que donde realmente debería estar: sobre el césped. Su fulgurante irrupción le hizo ganarse muchos minutos esta temporada y la llegada de Quique Setién al banquillo se intuyó como su consolidación definitiva. Nada más lejos de la realidad. Aunque empezó jugando con el cántabro, su participación se ha reducido a minutos residuales y la llegada en el mercado invernal de Martin Braithwaite, que además está sabiendo aprovechar su oportunidad, tampoco ayuda en nada.

En estas circunstancias, la pregunta es: ¿por qué no tiene minutos entonces en el filial? A sus 17 años, lo lógico es que no se cortara su proyección y que si no puede jugar en el primer equipo, lo haga en el Barça B. Pero estar casi siempre parado y apenas tener ritmo competitivo no le beneficia en nada. En cambio, compañeros suyos del segundo equipo barcelonista -que es al que realmente pertenece por ficha- como Riqui Puig, Collado y Ronald Araujo- sí se mueven en ambas dinámicas. Sin ir más lejos, el de Matadapera y el de Sabadell fueron llamados por García Pimienta para jugar este domingo contra el Llagostera después de ser convocados por Setién y no tener minutos ante la Real Sociedad. El uruguayo no 'bajó' esta semana al Barça B porque la sanción le Lenglet le hace ser fijo en la próxima convocatoria y, por tanto, viajará a Palma de Mallorca.

Progresión cortada

La diferencia son cinco minutos. Los que jugó el sábado Ansu y le dio tiempo para asistir a Jordi Alba en un gol que finalmente no subió al marcador por fuera de juego del delantero hispano-guineano. Anteriormente, en el clásico, tuvo nueve minutos, tres en Nápoles y cero en la goleada al Eibar que Ansu presenció desde el banquillo. Es decir, 17 minutos en los cuatro últimos partidos oficiales. Muy poco para un chaval de su edad que lo que necesita es jugar, con independencia del equipo.

Si no lo hace, es seguramente por miedo del cuerpo técnico del primer equipo a que pueda sufrir alguna lesión o cualquier contratiempo con el filial que deje la delantera del primer equipo en el alambre. Pero la situación de Ansu merece una reflexión más profunda por todos los estamentos, pues se está cortando la progresión de un futbolista muy prometedor. Al fin y al cabo, para jugar solo unos minutos con los grandes, también puede ser válido cualquier otro delantero del Barça B.

Con Setién, de más a menos

Y es que la participación de Ansu Fati con Quique Setién ha ido claramente a menos en los últimos partidos. Empezó jugando cuando llegó el cántabro, más incluso que con Ernesto Valverde, pero de golpe se cortó el grifo. Con el Txingurri, el hispano-dominicano jugó en 10 partidos de Liga, tres de Champions League y uno de la Supercopa de España. 424 minutos en total, menos que con Setién, con el que el joven delantero acumula 590 partidos repartidos en seis de Liga, tres de la Copa del Rey y uno de la Liga de Campeones.

Pero el problema es la pérdida de minutos de los últimos partidos. Y que estos no se compensen con participación en el equipo filial donde, de hecho, Ansu Fati ni ha debutado en partido oficial, al pasar directamente del juvenil al primer equipo. Martin Braithwaite le ha barrado el paso, pues además al técnico le gusta ponerle por la banda, donde se maneja Ansu. Y ni siquiera la lesión de larga duración de Luis Suárez le ha permitido tener los minutos que se aventuraban. Un sinsentido para un chaval de 17 años.