Ansu Fati es la luz al final del túnel

El Barça cumple ante el Leganés y sigue líder

Un chispazo de Ansu Fati evitó el apagón del Barça: el líder iba camino de una noche deprimente hasta que apareció el talento más joven del equipo para encender la luz, con un gol al filo del descanso que encarriló una victoria sin brillo ante el nuevo colista del campeonato.

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LaLiga Santander

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Alineaciones
FC Barcelona
Ter Stegen, Sergi Roberto (Semedo, 53'), Piqué, Lenglet, Junior, Busquets (Arturo Vidal, 62'), Arthur, Rakitic, Messi, Ansu Fati (Luis Suárez, 53') y Griezmann.
CD Leganés
Cuéllar, Bustinza, Tarín, Awaziem, Silva (Kevin Rodrigues, 70'), Recio, Rubén Pérez, Roque Mesa (Assalé, 45'), Aitor, Eraso (Amadou, 62') y Guerrero (Carrillo, 70).

Frente al Leganés, el Barça enseñó su versión más decepcionante: sin ritmo, sin fluidez y sin ideas, el líder ganó por inercia y por jerarquía. Se llevó los tres puntos, pero ofreció una sensación preocupante ante un rival al que solo le faltó picante en ataque para cambiar el panorama del partido. 

Lo mejor que ofreció el Barça tuvo que ver con sus jugadores más jóvenes: primero Ansu, un auténtico dolor de cabeza para los rivales, siempre dispuesto a encarar, un derroche de frescura en un equipo demasiado plano. 

Y luego, ya en los últimos minutos, la aparición de Riqui Puig, el encargado de dinamizar el ataque del Barça cuando la victoria ya estaba en el bolsillo. Poco más enseñó el Barça. 

un par de sustos

Fue el Leganés quien golpeó primero: a los diez minutos de partido, el equipo de Aguirre montó una contra impecable, que dejó a Eraso plantado ante Piqué, muy cerca de Ter Stegen. Se le hizo de noche, pero el rebote favoreció a su compañero Guerrero, que remató con Ter Stegen ya superado. Lenglet, sobre la línea de fondo, salvó el gol de manera providencial. El Barça se llevó un susto de muerte. 

No tiró la toalla el Leganés, bien plantado atrás, sabedor de sus limitaciones pero dispuesto a plantar cara en todo momento. Apenas un par de minutos después, Guerrero tuvo otra ocasión clarísima, pero su disparo salió demasiado cruzado, tras pasearse muy cerca de la línea de gol. Le faltó al equipo madrileño, el menor goleador de Primera, más contundencia en ataque. 

El Barça mantuvo su plan, pero no fue capaz de agitar el partido ni desmontar la estructura del Leganés: posesión de balón, pero demasiado estéril. Arthur y Rakitic, demasiado intrascendentes en la creación, apenas conectaron con los delanteros. Ansu Fati lo intentó con voluntad por la izquierda, Messi la pidió como de costumbre entrando desde la derecha y Griezmann volvió a ser Griezmann, gris y por momentos, desconectado del partido.

Así transcurría la primera parte, en la que se vio un Barça demasiado plano, falto de chispa y de ritmo: demasiados balones al pie y pocos al espacio, demasiado juego horizontal y muy pocos desmarques en ruptura. Enfrente, un Leganés crecido, dispuesto a pelear a muerte los puntos, cómodo con sus cinco defensas y con Eraso y Aitor intentado construir algún ataque al contragolpe. 

la irrupción de Ansu

La frescura de Ansu Fati y la voluntad de Junior fueron los único salvable del Barça en el primer acto: siempre enérgico, Ansu se resistió a contagiarse de la apatía del equipo. Intentó encarar una y otra vez, filtrándose por los pasillos interiores o pegado a la banda, fue un dolor de cabeza para la defensa del 'Lega'.

Cuando ambos equipos pensaban ya en el descanso, fue Ansu -quién si no- el encargado de romper el partido. Recogió un balón muerto en la frontal del área, tras un par de rebotes en una jugada entre Junior y Messi, y conectó un disparo impecable, raso y cruzado, pegado al palo izquierdo de Cuéllar.

El gol dio un respiro al Barça, que se fue al vestuario con un suspiro de alivio y con mucho que corregir. Setién sorprendió en el arranque de la segunda parte, sustituyendo precisamente a Ansu para dar entrada a Suárez. El juvenil había sido el mejor del Barça de largo, pero su entrenador lo retiró del campo, cuestión de jerarquías de vestuario. 

Poco después, Griezmann marcó tras un buen pase de Semedo, pero el VAR anuló la acción por fuera de juego del portugués. Fue otra mala noche para el francés.

Messi encarrila la victoria

El Barça dejó el partido encaminado en el ecuador de la segunda mitad, cuando Messi se internó en el área del Leganés rodeado de rivales. Sufrió una obstrucción que el árbitro castigó con un penalti, transformado por el propio argentino. 

Con el 2-0, el Leganés amenazó con estirarse, pero el partido ya estaba demasiado cuesta arriba para el colista. El Barça aprovechó el panorama para refrescar a algunos indispensables -Busquets y Piqué salieron del campo- y dar entrada a otros meritorios, como Riqui Puig, que necesitó poco para demostrar su talento en la medular.  

Corrieron los minutos hacia el final del partido en medio de una atonía general: sin público, el Camp Nou asistió a un espectáculo demasiado pobre, apenas adornado por algunos chispazos de los más jóvenes, sobre todo de Ansu: él representa la ilusión y la ambición que necesita el Barça si quiere seguir aspirando a revalidar la Liga y a reconquistar la Champions

detalles de riqui

También de Riqui Puig, que agitó al equipo en los últimos minutos, cuando el partido se abrió. El Leganés tuvo un par de ocasiones para maquillar el resultado, el árbitro enseñó un buen puñado de tarjetas al Barça -cinco en los últimos cinco minutos- y el Barça se fue al vestuario pensando ya en el Sevilla, un rival más comprometido que el Leganés y que obligará a enseñar una versión mejorada