25 años del mejor partido del Dream Team

El FC Barcelona que rozó la perfección el 29 de septiembre de 1993: Zubizarreta, Nadal, Guardiola, Laudrup, Koeman y Begiristain (de pie). Agachados: Goikoetxea, Romario, Ferrer, Bakero y Estebaranz. En la segunda mitad entraron Amor y Juan Carlos

El FC Barcelona que rozó la perfección el 29 de septiembre de 1993: Zubizarreta, Nadal, Guardiola, Laudrup, Koeman y Begiristain (de pie). Agachados: Goikoetxea, Romario, Ferrer, Bakero y Quique Estebaranz. En la segunda mitad entraron Amor y Juan Carlos. / Josep Maria Arolas

David Salinas

David Salinas

Este sábado se cumplen 25 años del partido que, a juicio de los propios protagonistas, fue el mejor que firmó el Dream Team de Johan Cruyff. El FC Barcelona derrotó al Dinamo de Kiev por 4-1 en el Camp Nou y, con este resultado, remontó el 3-1 encajado en Ucrania en el partido de ida y accedió a los octavos de final de la Champions League 1993-94.

El Barça firmó un partidazo y a día de hoy, cuando se quiere ilustrar con imágenes la esencia del juego desplegado por el Dream Team, se recurre a este Barça-Dinamo de Kiev del miércoles 29 de septiembre de 1993. El fútbol, un rondo en todo el campo, fue de alta calidad (fútbol total), se marcaron cuatro goles y hubo tres remates a la madera.

Además, no se validó un tanto a Guardiola y el equipo azulgrana disparó hasta en 29 ocasiones a portería. Fue una demostración de fútbol asociativo en el que, por encima de todo, privó el interés colectivo al individual. Las ocasiones se sucedieron una detrás de otra y lo anormal fue que el partido finalizara 4-1 cuando pudo hacerlo, como mínimo, por el doble.

Cruyff dibujó un 3-4-3 en la pizarra

Ese día el Barça dibujó un 1-3-4-3 en la pizarra, con los siguientes protagonistas: Zubizarreta; Ferrer, Koeman, Goikoetxea; Guardiola, Nadal, Bakero, Begiristain; Estebaranz, Romario y Laudrup. En el minuto 60 Amor entró por Begiristain y en el 81, Juan Carlos por Estebaranz. Jugaron su primer partido europeo con el Barça Romario y Quique Estebaranz.

Desde el pitido inicial el equipo de Cruyff se lanzó a un ataque frenético. Romario, en el minuto 2, disfrutó de la primera oportunidad, pero su remate se estrelló en el poste. Laudrup, cayendo, inauguró el marcador en el minuto 9 después de recibir una asistencia de Bakero que dejó pasar Romario.

El 2-0 lo anotó Bakero, el capitán, al rematar un 'pase de la muerte' de Begiristain. Romario tuvo el tercero, pero su remate lo repelio el poste. El equipo ucraniano reaccionó y Rebrov, en el minuto 29, recortó distancias, obligando al Barça a buscar otros dos goles para avanzar a la siguiente ronda. Begiristain volvió a estrellarse en la madera antes del descanso.

Fútbol total

La segunda mitad fue un calco de la primera. El, Barça desatado, forzó la prórroga en el minuto 48, tras otro gol de Bakero, también de cabeza, al rematar una falta lanzada por Koeman. El rival, lejos de aguantar el resultado, buscó el marco de Zubizarreta y pudo anotar el 3-2 por mediación de Leonenko (minuto 56), pero su disparo se estrelló en el poste.

Entonces llegó el tanto que el italiano Amendolia no validó a Guardiola (minuto 61). El disparo del canterano, tras golpear violentamente en la parte inferior del travesaño, botó más allá de la línea de gol, pero el balón regresó al terreno de juego. Un tanto que a día de hoy sí validaría el VAR. La guinda la puso Koeman, al transformar una falta directa desde fuera del área en el minuto 68. El Camp Nou estalló de júbilo y la afición, que despidió al equipo con una ovación, abandonó el recinto frotándose los ojos por semejante espectáculo.

Un anuncio de fútbol

Cruyff, cuando analizó el partido, ya tuvo la sensación de que se había visto algo especial: "Ha sido una noche apasionante, en el césped y en la grada". Y agregó: "El partido ha sido un anuncio de lo que es el fútbol. Viendo este partido por la tele hemos dejado claro que en este deporte se puede jugar a marcar más goles que el contrario, porque haciéndolo, ganas". 

Romario: "Fue impresionante. Ni Brasil..."

También Romario reconoció que "nunca vi jugar un fútbol mejor. Fue impresionante. Ni Brasil". También el entonces presidente Josep Lluís Núñez se rindió a la exhibición azulgrana: "Difícilmente se pueden ver hoy partidos como el del miércoles por la televisión".

El Dream Team volvió a firmar partidos inolvidables, pero no alcanzó la perfección exhibida ante el Dinamo de Kiev. Había llegado a su cota máxima. Ese día se juntaron todos los astros. Ya nunca sería igual. Como reconoció Koeman, "partidos así pueden salir dos o tres al año. No somos máquinas". 

Para encontrar otro partido parecido habría que centrar el foco en la final de la Champions League de 2011 entre el FC Barcelona y el Manchester United (3-1) en Wembley. En ese partido, como el disputado ante el Dinamo de Kiev, el Barça fue un equipo imbatible.