El año de Sergi Roberto

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Llegó al campo número nueve de la Ciutat Esportiva paseando. El entrenamiento hacía pocos minutos que había acabado. El canterano, tranquilo, saludó uno por uno a quienes le esperaban para recordar que el 8 de marzo es ya otra de esas fechas que el barcelonismo celebra cada año. Como los 5-0 al Real Madrid. O los tres goles de Pichi. También finales perdidas y títulos levantados. El Barça es un club que se alimenta de imágenes y momentos, no de números o frías estadísticas. Al Camp Nou le seduce más el placer que ofrece el juego que los dígitos que aparecen en el marcador. También eso es, en parte, herencia de Cruyff. Sergi Roberto regaló uno de esos instantes eternos

“Un día especial”, escribió sobre la fotografía realizada por Javi Ferrándiz y que inmortalizó el gol más importante de su carrera (marcó siete con el Barça B y suma siete más en el primer equipo). Al observar el salto no pudo reprimir una sonrisa de satisfacción que le devolvió las mismas sensaciones que vivió cuando vio el balón entrar en la portería de Trapp. “Toqué el balón con la parte exterior de la bota, también algo de empeine”, rememora sonriendo, con los ojos fijos sobre sí mismo. Después ya, sin vídeos en los que apoyarse, se hace imposible saber qué pasó. El gol provocó un éxtasis colectivo que el futbolista disfrutó con una sonrisa que le cubría el rostro. La felicidad es Sergi Roberto celebrando el 6-1 al PSG un 8 de marzo de 2017. Pocas imágenes definen tan nítidamente un estado de ánimo. Su cara solo transmitía alegría. La misma energía limpia de impurezas que irradia un bebé cada vez que ve a su madre. No hay pasado, ni presente, ni futuro. 

un amor verdadero

Sergi Roberto no solo culminó una remontada imposible. Aquel día también gritó de forma nítida que había llegado a la cima: había dejado de ser el canterano que lucha a diario por consolidarse en el primer equipo. Se ganó el respeto unánime del barcelonismo. Las pocas dudas que pudieran resistirse a morir en el entorno perecieron definitivamente. Había superado la prueba de una tribu exigente entrando de lleno en la edad adulta. Este jueves es el primer cumpleaños de la remontada imposible, pero también lo es de la consolidación del niño que llegó al fútbol base y que cumplió su sueño. Debutar en la primera plantilla es un privilegio del que han podido disfrutar muchos canteranos, pero llegar es solo el principio. Para ser considerado “uno de los nuestros” hay que agarrar fuerte el mazo y hacer caer el muro. Sergi Roberto, con sexto gol al PSG, convirtió el muro en polvo.