Cuarta temporada sin Àngel en el vestuario

Angel Mur: Familia, huerto y orgullo culé

El FC Barcelona afrontará la cuarta temporada sin Angel Mur, que se jubiló en el verano de 2006 después de 33 temporadas como fisioterapeuta del primer equipo

David Salinas

Desde entonces, Mur ha entrado en otra dimensión, la de la familia, los amigos y los quehaceres diarios, alejada remotamente de las concentraciones, viajes, hoteles y campos de fútbol. Pero no le pesa porque "fue algo pensado y planeado durante mucho tiempo".

Vive a caballo entre Barcelona y Pueyo de Santa Cruz, un pueblo de Huesca en el que siempre ha veraneado y donde tiene familia por parte de su esposa Maribel. Angel, desde que dejara el Barça ha 'descubierto' muchas cosas y, entre ellas, afirma riéndose, que "la mujer manda mucho más de lo que creía".

Mur está llevando el tránsito de un estilo de vida a otro con normalidad y coherencia. No echa de menos el pasado. Lo recuerda con alegría y orgullo por lo que ayudó, a las personas y al club. Ahora llena su tiempo paseando por Collserola, acudiendo a un gimnasio de L'Hospitalet, donde vive, y aprendiendo a pintar… "También tengo tiempo para detenerme en alguna granja y tomarme un café con leche mientras leo el periódico, cosas que antes ni se me pasaban por la cabeza", añade.

En el pueblo también se mantiene activo. "Estoy al cargo de cuatro plantas y un pequeño huerto, que no me dan trabajo alguno salvo por la mala hierba que siempre aparece", asegura nuevamente entre risas.

Pero no por cambiar radicalmente de vida ha olvidado lo que ha sido. De todas formas, Mur no se cuelga ninguna medalla cuando podría hacerlo. "Yo no gané ningún título. Los campeones fueron los jugadores y los entrenadores. Yo me limité a participar de las victorias, como cualquier otro socio". Admite, sin embargo, que "la única diferencia entre el socio de a pie y yo es que yo tuve la fortuna de trabajar allí, nada más".

Sin embargo, y pesa a la distancia, Angel ha detectado algo distinto en el Barça actual. "Hemos dado un paso muy importante. No presumimos de las victorias ni sacamos pecho. Ganamos y respetamos a los demás. Morimos con nuestras ideas. Existe un sentimiento más allá del resultado. Esta es la línea que debemos cultivar de ahora en adelante, para que gane el Barça, pero para que también gane nuestra sociedad".

Mur vivía antes los partidos desde el banquillo. Ahora lo hace desde su localidad de socio en el Gol Sur. Y sigue emocionándose, aunque "desde mi posición mucho más" porque "veo a la gente con la camiseta puesta, a los niños que adquieren el sentimiento barcelonista, escucho cánticos. Es muy bonito".

Es un asiduo del Camp Nou los días de fútbol. "Eso es sagrado", asegura. Y confiesa que "voy con Maribel y desde que le dejé creo que sólo me he perdido un partido. Vivo cerca del estadio y entiendo que eso es una ventaja para no haber dejado de asistir".

Tampoco ha fallado a la Agrupació Barça Veterans (ABV), de la que es socio desde hace muchos años y ayuda siempre que puede. "La labor que hacen es impagable y la hacen de corazón", dice, para despedirse deseando "mucha suerte al Barça en la nueva temporada que se avecina" y poner rumbo hacia su apacible y plácido refugio oscense.