André Gomes sigue sin encontrarse a sí mismo

Toni Frieros

Toni Frieros

No hay manera. Por muchas oportunidades que le esté dando Ernesto Valverde, que le considera un jugador muy importante por su polivalencia, el portugués André Gomes se empeña en llevarle la contraria a su entrenador y en darle la razón a quienes piensan que no tiene nivel para ser titular en el FC Barcelona.

André Gomes demostró en Mestalla que sigue siendo un jugador falto de confianza, lleno de dudas en el terreno de juego, donde en vez de encarar, arriesgar, buscar el uno contra uno, se limita a hacer lo más fácil: pase atrás al compañero. 

Es cierto, en su beneficio, que defensivamente trabajó durante el tiempo que estuvo en el terreno de juego, que fueron cuarenta y cinco minutos tan solo. Curiosamente, las tres primeras faltas que hizo el Barça ante el Valencia las cometió el internacional portugués. Además, estuvo muy atento a las incursiones por su banda del lateral zurdo Gayá, que por 'culpa' de André no pudo campar a sus anchas.

Muestra de su nerviosismo interior, o falta de confianza absoluta en su talento, fue un centro desastroso desde la derecha cuando estaba completamente solo. Lo mandó a la Luna. Y por supuesto, no podemos dejar pasar por alto el tremendo error que cometió a los veinticinco minutos, cuando estando cerca de su propia área e intentó salir con el balón controlado, se lo entregó a un contrario que generó una clara ocasión de peligro a favor del Valencia.

Aunque esté feo decirlo, se produjeron dos acciones en la parte final del primer tiempo que demuestra la poca confianza que le tienen sus propios compañeros. Leo Messi, con el balón controlado, prefirió irse hacia dentro, en una zona poblada de jugador del Valencia, antes que pasarle el esférico a André Gomes que se encontraba absolutamente solo y sin marcaje en la derecha.

El portugués ha sido titular esta temporada con Valverde en ocho partidos (cuatro en Liga, uno en Champions y tres en la Copa del Rey). Por lo tanto, no sería justo que André Gomes se quejara de falta de oportunidades. Ya no saltó al terreno de juego de Mestalla en la segunda parte. No se lo merecía.

Y además, ironías del destino. Su sustituto, Coutinho, logró su primer gol como azulgrana prácticamente en la primera pelota que tocó. Un golazo que abrió de par en par el acceso del Barça hacia la quinta final consecutiva en la Copa del Rey. Histórico