Materia reservada

Alves tiene una cláusula secreta

Bartomeu y Zubi están tranquilos. La renovación de Dani Alves no es prioritaria porque todavía tiene dos años más de contrato 

Tomàs Andreu

La renovación de Dani Alves fue ardua y complicada. El proceso negociador se dilató en el tiempo y arrojó todo tipo de especulaciones sobre el futuro del defensa. Las diferencias económicas eran abismales y el brasileño en varias ocasiones no dudó en mostrar su personalidad acentuada y tensar la cuerda en defensa de sus intereses. Al final, el 22 marzo 2011 se cerró el acuerdo y un día más tarde se escenificó la firma. Todos contentos y satisfechos por atar a Dani Alves “hasta el 2015”. Un anuncio que era cierto, aunque se trataba de una de esas verdades a medias que permiten todo tipo de juegos malabares, según el desarrollo de las negociaciones futuras.

El contrato de Alves es complejo y contempla una cláusula que en su día se obvió y que justifica que la dirección deportiva no haya dado un solo paso para evaluar la posible ampliación  de un futbolista imprescindible que finaliza contrato en 2015. Es necesario recordar que la política habitual del club es negociar el futuro un año antes de que los futbolistas firmen su contrato. La pregunta es fácil:  si Alves finaliza en 2015, ¿porqué no se han abierto contactos con el futbolista y su entorno? La respuesta figura escondida en una pequeña cláusula del actual contrato de Dani.

El Barça ha confirmado que el brasileño firmó en su día una renovación en la que se contemplaba una opción para extender el compromiso una temporada más. Es decir, el club entiende que tiene atado al internacional brasileño hasta 2016. Por supuesto, esta prolongación estaría supeditada a un rendimiento mínimo del jugador en función de los partidos y minutos disputados a lo largo de la temporada 2014-15.

El entuerto queda resuelto y pone fin a todas aquellas especulaciones sobre su renovación y la aparición de posibles ofertas soñando con un Alves que finaliza dentro de un año y que estaría en condiciones de firmar un nuevo contrato millonario a cambio de un módico traspaso. No será posible.

La dirección deportiva del Barça está encantada con el rendimiento de Dani y está convencida que no habrá problema absoluto para que el brasileño prolongue su carrera en el club blaugrana como mínimo hasta 2016. En tal caso, y siguiendo su pauta de trabajo habitual, no sería hasta 2015 cuando Zubizarreta y el vicepresidente Bartomeu activarían los resortes pertinentes para evaluar la necesidad de estudiar el futuro del futbolista.

La medida ha causado una cierta sorpresa ya que casi todo el mundo desconocía la existencia de esta cláusula secreta que en marzo del 2011 no se publicitó al ofrecer los detalles de la renovación de Alves. Desde el verano han sido varios los rumores que han situado al defensa en la órbita del City, United, Chelsea, Mónaco y, sobre todo, el PSG. Presuntas ofertas destinadas a incorporar a un futbolista de primera línea, que acaba de alcanzar los 30 años de edad y que estaría en condiciones de negociar la posible salida del Barça a un precio razonable.

El club siempre se ha mantenido en un discreto segundo plano. Desmentidos por todas bandas y ni un atisbo de referencia al futuro del jugador. Una estrategia de lo más lógica si tenemos en cuenta que los técnicos respiraban tranquilos conscientes que Alves está atado, y bien atado, hasta 2016 siempre que en la temporada precedente no suceda nada anormal en forma de lesión o contratiempo grave.

El escenario cambia de forma radical. Si alguien quiere firmar a Alves este verano tendrá que sacar a pasear su chequera y ofrecer un traspaso acorde a un internacional de primera línea y con dos años de contrato por delante. Adiós a una posible ganga. Falta saber si Dani, ajeno a la temporada de prórroga incluida en su contrato, quiere gestionar una posible mejora con cierta antelación.