Álvaro, el niño que estuvo más cerca de los jugadores del Barça

Así ha sido el entreno a puertas abiertas del Barça

Así ha sido el entreno del Barça con miles de aficionados azulgranas / Laia Cervelló y Marta Fernádez

Albert Rogé

Albert Rogé

La Fundación del Fútbol Club Barcelona junto a la Fundación Eric Abidal repitieron una iniciativa muy emotiva en el entrenamiento a puertas abiertas celebrado en el Mini Estadi. El “Robot Pol” volvió al césped y esta vez lo hizo con Álvaro como gran protagonista. Un chico de 16 años que está hospitalizado en Sant Joan de Déu pero que gracias al robot tenía acceso visual a todo el entrenamiento. Álvaro, con Abidal como ayudante, hizo bailar a todo el Mini Estadi.

El “Robot Pol” es un proyecto de innovación social que pretende ofrecer a los niños y niñas, que padecen algún tipo de cáncer y que se encuentran ingresados en un hospital, la oportunidad de disfrutar de una inolvidable experiencia que les permita desconectar y olvidarse por unos minutos de su enfermedad.

La finalidad del proyecto es realizar encuentros virtuales a través de un robot teledirigido, desarrollado técnicamente por AWABOT, controlado por el mismo niño/a des de la habitación del hospital mediante un ordenador con cámara y conexión a internet. El robot dispone de dos cámaras, una en la parte de arriba y otra en la parte inferior, que ofrecen una visión completa del espacio y siete micrófonos interiores que permiten aislar el ruido de alrededor. El niño/a dirige el robot y a través de imágenes y sonido en directo puede interactuar con el espacio y los jugadores del primer equipo del FCB.

El proyecto, presentado en 2017, ha contado con la colaboración inicial de la Fundació FCBarcelona, quien ha proporcionado a niños/as del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona la oportunidad de visitar de forma virtual el museo del FCB, asistir a un entrenamiento de los jugadores del primer equipo y conocerlos o poder disfrutar de un partido de liga desde el terreno de juego.

El nombre del robot hace homenaje al primer niño que se benefició de la prueba piloto del proyecto, Pol falleció semanas después de disfrutar de esta innovadora experiencia que le permitió hacer realidad uno de sus últimos sueños: visitar el Camp Nou y el Museo del Barça.